El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, ha acusado a Panamá de «estafar» a su país con el canal interoceánico, calificando la situación como una injusticia que supera «los sueños más salvajes» de los panameños.
En este contexto, Trump anunció la nominación de Kevin Marino Cabrera, comisionado del condado de Miami-Dade, como nuevo embajador estadounidense en Panamá, destacando su experiencia en política latinoamericana y su rol en la campaña presidencial en Florida.
En un mensaje navideño, Trump expresó que los soldados chinos están operando «de manera amorosa pero ilegal» el canal de Panamá, y criticó que EE.UU. invierta miles de millones de dólares en reparaciones mientras no tiene «nada que decir» sobre su gestión. Estas declaraciones se suman a su reciente comentario de que EE.UU. podría reclamar nuevamente el control del canal, provocando una fuerte reacción internacional.
El presidente panameño, José Raúl Mulino, rechazó categóricamente las afirmaciones de Trump, contando con el respaldo de varios países, incluidos China, Colombia, México, Nicaragua y Venezuela.
Las declaraciones del mandatario electo han generado un intenso debate sobre la soberanía del canal y el futuro de las relaciones entre ambos países.