El Kremlin justificó el lanzamiento del misil de mediano alcance Oréshnik como una respuesta a la “imprudente escalada” por parte de los países occidentales que han suministrado misiles de largo alcance a Ucrania.
Según Dmitri Peskov, portavoz presidencial, la acción busca subrayar que las decisiones de armar a Kiev y permitir ataques contra territorio ruso reconocido internacionalmente no quedarán sin consecuencias. Peskov destacó que este lanzamiento demuestra “claramente” las capacidades de Rusia en el marco del conflicto actual.
Además, el portavoz recordó las declaraciones previas de Vladímir Putin, advirtiendo que permitir ataques ucranianos con armas occidentales dentro de Rusia equivaldría a que los países de la OTAN entraran directamente en guerra con Moscú.
Peskov también enfatizó la disposición del Kremlin para entablar contactos que permitan evitar una mayor escalada del conflicto, aunque señaló que la Administración actual en Washington parece inclinarse por un camino “bastante imprudente”.
Por otra parte, Peskov aclaró que, aunque no existe obligación de notificar el lanzamiento de misiles de alcance intermedio, Rusia envió un aviso 30 minutos antes del lanzamiento del Oréshnik a través del Centro Nacional para la Reducción del Peligro Nuclear, que opera de manera automática en coordinación con Estados Unidos.
Asimismo, mencionó que los militares rusos están desarrollando sistemas para advertir a la población civil ucraniana en caso de futuros ataques con misiles balísticos.