Asesinan a balazos a dos empleados de la embajada de Israel en Washington

Dos empleados de la embajada israelí en Washington, Estados Unidos, fueron asesinados a tiros este miércoles por la noche en las inmediaciones de un museo judío, en pleno centro de la capital estadounidense, en un hecho que generó conmoción en la ciudad.

Tras la medianoche, el expresidente Donald Trump repudió el ataque: “Estos asesinatos horribles en DC, basados obviamente en antisemitismo deben terminar AHORA”, escribió en Truth Social. “El odio y el radicalismo no tienen lugar en Estados Unidos”, añadió, y expresó sus condolencias a los allegados de las víctimas.

Según relató la jefa de la Policía Metropolitana, Pamela Smith, alrededor de las 9 de la noche hora local, mientras se desarrollaba un evento organizado por el Comité Judío Americano en un museo judío ubicado en la intersección de las calles 3 y F, se vio a un hombre «caminando de un lado a otro» frente al edificio.

El atacante se acercó a un grupo de cuatro personas que salían del evento y abrió fuego, según relató la jefa de la Policía Metropolitana, Pamela Smith. Las víctimas eran “una pareja a punto de comprometerse”, reveló el embajador de Israel en Estados Unidos, Yechiel Leiter.

“El joven compró un anillo esta semana con la intención de proponerle matrimonio a su novia la próxima semana en Jerusalén. Eran una hermosa pareja que vino a disfrutar de una velada en el centro cultural de Washington”, agregó el diplomático.

Por su parte, el ministro israelí de la Diáspora, Amichai Chikli, confirmó que los nombres de las dos personas asesinadas y dio más detalles de su actividad. El joven se llamaba Yaron Lischinsky y tenía 28 años, mientras que su pareja, Sarah Milgrim, era ciudadana estadounidense. Los dos formaban parte del cuerpo diplomático israelí en Estados Unidos.

Lischinsky se desempeñaba en el área política de la embajada. Era licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad Hebrea de Jerusalén y tenía una maestría en Gobierno, Diplomacia y Estrategia, otorgada por la Universidad Reichman.

Tras el ataque, el agresor ingresó al museo, donde fue detenido por el personal de seguridad del evento, detalló Smith.

“El sospechoso gritó ‘Palestina libre, libre’ mientras estaba bajo custodia”, agregó la funcionaria. La policía informó que el presunto autor fue identificado preliminarmente como Elías Rodríguez, un hombre de 30 años oriundo de Chicago, sin antecedentes conocidos, según indicó Smith.

En redes sociales, algunos usuarios han vinculado al sospechoso con el Partido por el Socialismo y la Liberación (PSL), una organización de izquierda en Estados Unidos que, según ciertos testimonios, habría estado involucrada en protestas encabezadas por Rodríguez en el pasado.

Sin embargo, las autoridades no confirmaron ninguna conexión entre Rodríguez y el PSL. Un artículo publicado en 2017 por Liberation News mencionaba la participación de un Elias Rodríguez en una manifestación organizada por ese grupo político, aunque hasta el momento no se ha comprobado un vínculo directo del grupo con el tiroteo.

Leiter también comentó que recibió una llamada del expresidente Trump, quien le aseguró que la Casa Blanca haría “todo lo posible para combatir y acabar con el antisemitismo”.

El Comité Judío Estadounidense, una organización proisraelí que promueve los derechos de la comunidad judía, había organizado un evento en el museo esa noche, según confirmó el grupo en un comunicado.

“Estamos devastados de que un acto de violencia indescriptible haya tenido lugar fuera del lugar”, expresó su director ejecutivo, Ted Deutch. “Nuestra atención y nuestros corazones están únicamente con aquellos que fueron dañados y sus familias”, añadió.

La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, también se pronunció: “Estamos investigando activamente y trabajando para obtener más información para compartir”.

“Por favor, recen por las familias de las víctimas. Llevaremos a este depravado perpetrador ante la justicia”, escribió en X.

Desde la ONU, el embajador israelí Danny Danon calificó el ataque como un “acto depravado de terrorismo antisemita”.

“Hacer daño a la comunidad judía es cruzar una línea roja. Confiamos en que las autoridades estadounidenses tomen medidas enérgicas contra los responsables de este acto criminal. Israel seguirá actuando con determinación para proteger a sus ciudadanos y representantes en todo el mundo”, concluyó.

Por su parte, Steve Jensen, funcionario de la oficina del FBI en Washington, calificó el tiroteo como “un crimen atroz” y afirmó que el Buró investiga “vínculos con posibles terroristas o motivaciones basadas en un delito basado en prejuicios o un crimen de odio”.

Fuente: Perfil

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