Este domingo, el presidente Joe Biden anunció oficialmente que retira su candidatura a la reelección para las elecciones generales del próximo 8 de noviembre, tras varios días de presión interna desde el Partido Demócrata.
“Creo que lo mejor para mi partido y el país es que me retire y me concentre únicamente en cumplir con mis deberes como presidente durante el resto de mi mandato”, declaró Biden en un comunicado.
El presidente había enfrentado duras críticas por su desempeño en el debate con el republicano Donald Trump el pasado 27 de junio. Desde entonces, varios funcionarios demócratas y donantes de campaña habían pedido que desistiera de su candidatura. Hasta ahora, Biden había sostenido que solo reconsideraría su candidatura si un diagnóstico médico grave ponía en riesgo su salud.
Es la primera vez que un candidato se retira después de alcanzar la mayoría de los delegados en el proceso de primarias y a menos de un mes de la Convención Demócrata, programada del 19 al 22 de agosto en Chicago.
Anteriormente, los presidentes Harry Truman (1952) y Lyndon B. Johnson (1968), ambos demócratas, decidieron no presentarse a la reelección en marzo del año en que se celebraba la votación. Con esta decisión, Biden se convierte en el mandatario que se retira más tarde en el proceso electoral.
Con la retirada de Biden, el Comité Nacional Demócrata (DNC, por sus siglas en inglés) deberá celebrar una reunión de emergencia para que su comité de normas y reglamento establezca el proceso de reemplazo. Dado que Biden se retiró antes de la convención de agosto, el sustituto se decidirá allí.
Se prevé que el presidente podría tener una gran capacidad para influir en la elección de su sustituto, ya que actualmente controla 3,908 de los 3,939 delegados.