Estados Unidos impuso prohibiciones de visas y otras restricciones a tres empresas y a más de 250 funcionarios del gobierno nicaragüense por trata de personas, violaciones de derechos humanos y estrechos vínculos con Rusia.
«Tenemos serias preocupaciones sobre el gobierno de Nicaragua: la continua represión del gobierno contra su propio pueblo y las acciones tomadas contra algunos de sus funcionarios por explotar a los inmigrantes», dijo un alto funcionario estadounidense.
Funcionarios estadounidenses han alegado que los líderes del gobierno nicaragüense, incluido el presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, se están beneficiando de la explotación de migrantes indefensos y desesperados.
El gobierno de Nicaragua está vendiendo visas temporales a inmigrantes. De esto queda claro que están ganando dinero con el negocio de visas. Los migrantes están llegando en masa a la frontera suroeste de Estados Unidos.