El presidente Donald Trump anunció que el próximo lunes impondrá un arancel del 25% a todas las importaciones de acero y aluminio que ingresen a Estados Unidos, incluidos los productos provenientes de Canadá y México.
Durante una conversación con periodistas a bordo del Air Force One, Trump adelantó que esta medida será solo el comienzo de una serie de aranceles adicionales que planea aplicar a bienes importados.
Según explicó, su intención es implementar tarifas recíprocas, es decir, cobrar a otros países los mismos aranceles que estos imponen a los productos estadounidenses, con el fin de reducir el déficit comercial.
Además de los aranceles, Trump sorprendió al reiterar su idea de que Canadá debería convertirse en el estado número 51 de Estados Unidos. En una entrevista con Fox News, argumentó que el país norteamericano se beneficiaría económicamente si se anexara a EE.UU., ya que, según él, actualmente representa una carga comercial para los estadounidenses.
Estas declaraciones han generado una fuerte reacción en Canadá, donde la idea es ampliamente rechazada. El primer ministro Justin Trudeau señaló que la postura de Trump es “real” y responde a su interés en los abundantes recursos naturales de la nación canadiense.
El comercio entre Estados Unidos y Canadá ha sido un punto de tensión creciente, especialmente por el déficit comercial de EE.UU. en bienes, que alcanzó los 72.000 millones de dólares en 2023, en gran parte debido a la importación de petróleo canadiense.
Sin embargo, los economistas señalan que esto no representa un subsidio a Canadá, como afirma Trump, sino una relación comercial normal.
A pesar de la oposición de líderes canadienses, Trump ha insistido en que “algo tiene que cambiar” en la relación comercial entre ambos países y que tomará medidas para proteger los intereses estadounidenses.