La Gala de los Premios Óscar marcará un antes y un después en la historia de los medios audiovisuales. A partir de 2029, la ceremonia más influyente de Hollywood abandonará la televisión abierta y será transmitida exclusivamente por YouTube, la plataforma de streaming propiedad de Alphabet Inc. (GOOGL). El anuncio, realizado por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, pone fin a más de 50 años de relación con ABC, cadena perteneciente a Walt Disney Co. (DIS), y a más de 70 años de presencia ininterrumpida en la televisión tradicional.
La decisión confirma una tendencia irreversible: el desplazamiento de los grandes eventos en vivo hacia el ecosistema digital, impulsado por la caída de las audiencias televisivas, el auge del streaming y la transformación de los hábitos de consumo cultural a escala global.
El acuerdo con YouTube que redefine la transmisión de los Óscar
El contrato entre la Academia y YouTube se extenderá hasta 2033, según confirmaron ambas organizaciones en un comunicado conjunto. Aunque no se revelaron los términos económicos, informes previos de Bloomberg News indicaban que Disney pagaba cerca de US$75 millones anuales por los derechos de transmisión, una cifra que da cuenta del valor estratégico de la gala para las grandes corporaciones mediáticas.
YouTube se impuso como socio en un contexto de competencia feroz por contenidos premium. Para la plataforma, transmitir los Óscar representa un paso decisivo en su evolución desde un espacio de video bajo demanda hacia un canal global de eventos en vivo de alto impacto. Para la Academia, el acuerdo ofrece alcance mundial inmediato, métricas precisas de audiencia y nuevas posibilidades de interacción con el público.
A diferencia de la televisión abierta, el entorno digital permite integrar contenidos paralelos, transmisiones en tiempo real desde múltiples países, participación directa de los espectadores y una experiencia adaptable a distintos dispositivos. Todo esto refuerza el atractivo del streaming como vehículo para revitalizar un evento que ha perdido peso entre las nuevas generaciones.
Audiencias en declive y el desgaste del modelo televisivo
La migración de los Óscar a YouTube no ocurre en el vacío. Responde a una caída sostenida de la audiencia televisiva, un fenómeno que afecta a toda la industria del entretenimiento. La gala de este año registró un promedio de 18,1 millones de espectadores, muy por debajo del récord histórico de 55,2 millones alcanzado en 1998, cuando Titanic se llevó el premio a Mejor Película.
Este descenso está directamente vinculado a dos factores estructurales. Por un lado, la pérdida de relevancia de la televisión abierta, especialmente entre los públicos más jóvenes. Por otro, el debilitamiento de la experiencia cinematográfica tradicional, con menos asistencia a salas y mayor consumo de contenidos desde el hogar.
En ese contexto, YouTube ofrece una solución alineada con los nuevos hábitos de consumo. La plataforma no solo concentra audiencias masivas, sino que permite una distribución global sin restricciones geográficas, algo clave para una industria cada vez más internacionalizada. Para Hollywood, el cambio es también un intento por reconectar con un público que ya no se identifica con los formatos clásicos.
De la NBC a ABC y ahora al streaming global
La historia de los Premios de la Academia está íntimamente ligada a la evolución de los medios. La ceremonia fue televisada por primera vez en marzo de 1953 a través de NBC, cuando la televisión comenzaba a consolidarse como medio de masas. En 1961, el evento pasó a ABC durante 10 años, regresó a NBC entre 1971 y 1975, y desde 1976 se mantuvo de forma ininterrumpida en ABC.
Ese largo vínculo con la televisión abierta ayudó a construir el carácter icónico de los Óscar como ritual cultural global. Sin embargo, el escenario mediático de 2029 será radicalmente distinto. El anuncio de la Academia confirma que la era de los grandes eventos exclusivos de la TV abierta ha llegado a su fin.
Para YouTube, la transmisión de los Óscar refuerza su ambición de competir directamente con las cadenas tradicionales y las plataformas de streaming por el control del contenido en vivo. Para la industria cinematográfica, el movimiento representa una adaptación estratégica necesaria para preservar la relevancia del mayor galardón de Hollywood.
En definitiva, la llegada de los Premios Óscar a YouTube no es solo un cambio de plataforma. Es el símbolo de una transformación profunda en la forma en que el cine, la televisión y el streaming convergen en una nueva lógica de consumo global.
Fuente: Mercado