La administración de Donald Trump regresó al centro de su política exterior un principio que durante décadas permaneció enterrado en el discurso oficial estadounidense: la doctrina Monroe.
El documento de 33 páginas publicado el viernes, la Estrategia Nacional de Seguridad, no solo la reivindica, sino que la “codifica” bajo un nuevo marco bautizado como el “Corolario Trump”, cuyo objetivo es restaurar la preeminencia militar y estratégica de Estados Unidos en el hemisferio occidental.
Esto quedó reforzado este fin de semana por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, quien en el Foro de Defensa Nacional Reagan, en California, declaró que la doctrina Monroe “está en vigor y es más fuerte que nunca bajo el Corolario Trump”.
De acuerdo con Hegseth, esta versión ampliada habilita a Washington a usar su fuerza militar para negar la presencia o influencia de rivales extrahemisféricos en América Latina y el Caribe, y para actuar con mayor contundencia contra amenazas no convencionales, como los cárteles.
¿Qué dice realmente el documento oficial de la doctrina Monroe?
La doctrina Monroe original, proclamada en 1823 por el presidente James Monroe, advertía a las potencias europeas que no se involucraran en los asuntos del hemisferio occidental. Durante casi dos siglos fue un pilar de la hegemonía regional de Estados Unidos, aunque también fuente de críticas por justificar intervenciones en Latinoamérica.
La Estrategia Nacional de Seguridad de 2025 no solo recupera esta doctrina: la transforma. Según el texto revisado:
Estados Unidos “reafirmará y hará cumplir” la doctrina Monroe
El documento sostiene que, tras años de abandono, Washington volverá a aplicar este marco para restaurar su dominio militar en el hemisferio occidental y para proteger “la patria y el acceso a geografías clave en toda la región”.
Prohíbe la presencia de “competidores no hemisféricos”
La Estrategia Nacional de Seguridad indica que Estados Unidos negará a potencias como China, Rusia o Irán la capacidad de desplegar fuerzas, capacidades amenazantes o controlar activos estratégicos en América Latina.
El documento considera una amenaza directa que otros países participen en puertos, infraestructura crítica, telecomunicaciones y recursos estratégicos del continente.
El “Corolario Trump” añade facultades proactivas
A diferencia del mensaje de 1823 —que era defensivo— el Corolario Trump introduce acciones preventivas y ofensivas:
- Despliegues selectivos para asegurar la frontera.
- Uso de fuerza letal para combatir cárteles cuando sea necesario.
- Reajuste de la presencia militar global para priorizar el hemisferio.
- Expansión de puertos, instalaciones y acceso militar en la región.
“Enlistar y expandir” influencia en América Latina
La estrategia define dos ejes:
- Enlistar aliados para controlar migración, frenar flujos de drogas y estabilizar zonas críticas.
- Expandir socios que dependan económicamente de EE. UU., mediante comercio, inversión y acceso preferencial al mercado estadounidense.
Reconstrucción de cadenas críticas en el hemisferio
El documento busca relocalizar cadenas de suministro hacia las Américas, reduciendo dependencias de China.
La hegemonía regional es un interés vital
La Estrategia Nacional de Seguridad subraya que Estados Unidos debe ser “preeminente” en su hemisferio, condición “imprescindible” para su seguridad.
Hegseth: el brazo militar del Corolario Trump
Las declaraciones de Pete Hegseth reforzaron este rediseño doctrinal: “El Departamento de Guerra está listo para tomar medidas concretas y decisivas que promuevan los intereses de Estados Unidos. Este es el Corolario Trump a la Doctrina Monroe.”
El secretario afirmó que Estados Unidos impedirá que cualquier país adversario posicione fuerzas o controle activos estratégicos en el hemisferio.
También dejó claro que:
- Estados Unidos restaurará su dominio militar en la región tras “años de negligencia”.
- El país no se distraerá con políticas como construcción democrática, cambio climático o intervencionismo prolongado.
- Trump está dispuesto a tomar acciones militares decisivas cuando lo considere oportuno.
Los ataques marítimos y la militarización del Caribe
La aplicación del Corolario Trump ya tiene manifestaciones: los ataques estadounidenses contra barcos sospechosos de transportar drogas en el Caribe y el Pacífico, que han dejado al menos 87 muertos.
Los operativos, criticados por posibles violaciones al derecho internacional, fueron defendidos por Hegseth como parte de la lucha contra una amenaza equivalente al terrorismo post-11 de septiembre.
“Si trabajas para una organización terrorista y traes drogas, te hundiremos”, advirtió.
Legisladores estadounidenses, sin embargo, han planteado que algunos de estos ataques podrían constituir crímenes de guerra.
Fuente: El Diario NY