Trump evaluaría operaciones antinarco «en el terreno» en Venezuela: Maduro y hasta Petro desesperan

Resulta casi una obviedad imaginar, ante el impactante despliegue de barcos de guerra en el Mar Caribe, que fuerzas estadounidenses podrían seguir su «lucha contra el narcotráfico» atacando algunos puntos del territorio venezolano. Esta semana esas fuerzas militares destruyeron una embarcación matando a sus 11 tripulantes, y de hecho el temor a ataques directos es lo que ha llevado al presidente Nicolás Maduro a disponer «alistamientos nacionales» de sus milicias bolivarianas, puestas en escena en la que se mezclaron discursos de «resistencia hasta la muerte como hijos de Bolívar» a videos de ejercicios militares, precarios y a años luz del arsenal estadounidense.

A ese cuadro, en el que hasta los opositores venezolanos repiten a diario su esperanza de que Trump «derroque de una vez a Maduro y el chavismo», se sumaron en las últimas horas informes citados por la cadena de noticias estadounidense CNN, dando cuenta de que en la Casa Blanca «se evalúan todas las opciones» respecto a Venezuela, incluidos eventuales ataques al terrotorio si se llega a la conclusión de que eso afectaría a los cárteles del narcotráfico que motivaron el despliegue militar.

Se sabe que las acusaciones de Trump a los cárteles del narcotráfico fue la base del despliegue de algunos de los barcos militares más poderosos del mundo frente a las costas chavistas, pero resulta imposible que esas imágenes no tengan impacto político, y generen en la cúpula del régimen venezolano un estado de vigilia cercano al pánico.

«Respeto al presidente Trump, le pido que recapacite y abramos un diálogo, para evitar un baño de sangre, porque todo ese expediente del narcotráfico es falso y lo que quieren es un cambio de régimen para quedarse con el petróleo de Venezuela», dijo Maduro en medio de los ejercicios militares chavistas, y aunque repitió que «estamos preparados para cualquier agresión», se preocupó por insistir en que sigue «abierto al diálogo» con la Casa Blanca.

Trump este viernes anunció que enviaría aviones cazas en respaldo de los buques militares que ya patrullan frente a Venezuela, como respuesta a un episodio en el que dos aviones venezolanos habían «sobrevolado de manera provocadora» a naves de la flota estadounidenses.

Y también recorrieron el mundo las imágenes del ataque del martes a una lancha rápida que había salido aba desde Venezuela con un presunto cargamento de drogas y fue aniquilada por misiles. La acción militar dejó once tripulantes muertos, y desde Washington se repitió que se dará a los grupos narcos categoría de “combatientes enemigos”.

Y tambíen esta semana el secretario de Estado Marco Rubio admitió «es una operación antidrogas, y los enfrentaremos dondequiera que operen contra los intereses de Estados Unidos”.

En la zona hay buques equipados con misiles Tomahawk, un submarino nuclear, aviones de reconocimiento, diez cazas F-35 estacionados en Puerto Rico y la suma total, hasta donde se sabe, llegaría a más de 4.000 efectivos. El vicepresidente J.D. Vance se refirió también al tema, señalando «terminar con los carteles de la droga que envenenan a nuestros ciudadanos es el mejor uso posible de las Fuerzas Armadas”.

Acusaciones contra Maduro
Con una recompensa de 50 millones de dólares a su captura, la Casa Blanca acusa a Maduro de liderar el denominado “Cártel de los Soles”, describiendo a esa organización como responsable de buena parte del flujo de drogas, especialmente cocaína y fentanilo, hacia Estados Unidos.

Trump advirtió que derribará cualquier avión venezolano que amenace a las fuerzas norteamericanas desplegadas en el Caribe

Fuentes citadas por la cadena CNN indicaron que Trump podría dar “luz verde” a operaciones que los militares en la zona consideren como objetivos narcoterroristas. Para acallar eventuales críticas, la Casa Blanca envió cartas a los líderes del Congreso pidiendo respaldo las operaciones militares, pero sin detallar ni el alcance ni la duración que tendrán.

En paralelo, la política hacia Caracas mostró hace unas semanas como señal contrapuesta la renovación de Washington de licencias para que la petrolera Chevron continúe operando en Venezuela, pero se mantienen vuelos de deportación de ciudadanos extranjeros a los que se considera ilegales.

Petro, desesperado por el financiamiento militar
En ese marco, el gobierno colombiano de Gustavo Petro sigue con desesperación la cuenta regresiva hacia el 15 de septiembre, momento en el que vencerá la «certificación a Colombia como aliada de Estados Unidos en la lucha antidrogas», que implica un apoyo multimillonario a sus fuerzas militares para combatir a los cárteles y las guerrillas que se financian con el tráfico de cocaína.

Trump debe decidir en los 9 días que quedan si ese inmenso flujo de dólares a Colombia se mantiene o se corta, y el ministro de Defensa de Petro dijo este sábado que «si Estados Unidos le retira esa certificación a Colombia de apoyo antidrogas, pierden las naciones y ganan los narcotraficantes».

Todo en medio de la tensión con Maduro en Caracas, que se extiende a su homólogo colombiano, el izquierdista Petro, que es un duro crítico de las políticas del líder republicano… pero no quiere perder ese flujo millonario de dólares estadounidenses a sus militares.

Fuente: Perfil

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