Las fuerzas armadas rusas lanzaron este domingo un ataque masivo y coordinado contra infraestructuras críticas en varias regiones de Ucrania, utilizando armas de precisión de largo alcance, drones y misiles, según confirmó el Ministerio de Defensa de Rusia.
El objetivo de estos ataques incluyó aeródromos militares, instalaciones de producción de gas y otros recursos energéticos fundamentales para el complejo militar-industrial ucraniano. Moscú afirmó que todos los objetivos fueron alcanzados con éxito, impactando significativamente en la capacidad militar y logística de Ucrania.
Durante la ofensiva, se registraron explosiones en varias provincias, incluyendo Kiev, Lvov, Odesa, y Poltava, entre otras. La empresa energética ucraniana DTEK reportó daños considerables en varias de sus centrales térmicas, lo que podría agravar la crisis energética en medio del invierno. Las autoridades locales también informaron de daños en infraestructuras críticas en Volyn y Vínnitsa, lo que ha provocado cortes de suministro eléctrico y de calefacción en varias zonas afectadas.
El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andréi Sibiga, calificó esta serie de ataques como “uno de los mayores bombardeos” de los últimos meses, destacando que se extendieron a casi todo el territorio nacional.
En Kiev, la alerta aérea se activó en dos ocasiones y se mantuvo por un total de casi cinco horas, mientras las defensas antiaéreas trataban de repeler los ataques. La administración militar de la capital indicó que este ataque fue el más intenso registrado en los últimos tres meses.