El gobernador de Florida, Ron DeSantis, encendió una nueva polémica en medio de las negociaciones presupuestarias del estado. Su última amenaza de veto apunta directamente a una propuesta impulsada por líderes legislativos: una reducción del impuesto estatal a las ventas. El mandatario rechazó de plano el proyecto, al acusar a sus promotores de anteponer intereses turísticos y de “última prioridad”, por encima del alivio fiscal que, según él, realmente beneficiaría a los residentes: una rebaja en los impuestos a la propiedad.
Florida: un recorte al impuesto a las ventas que enfrenta resistencia
Durante un acto en Tampa el 7 de mayo, DeSantis fue enfático: vetaría cualquier plan que redujera el impuesto a las ventas si eso significaba dificultar la rebaja de los tributos a la propiedad. En ese sentido, calificó la propuesta de “paquete impositivo de última categoría para Florida” y declaró que tal iniciativa estaría “muerta al llegar”.
“Nosotros no vamos a sabotear nuestra capacidad para brindar alivio en el impuesto a la propiedad solo para darle un pequeño beneficio a los turistas canadienses. Eso no va a pasar, así que pueden darlo por hecho”, sentenció el gobernador.
La declaración de DeSantis amenaza con desestabilizar el delicado “marco” presupuestario que la Cámara de Representantes y el Senado estatal alcanzaron tras el fracaso de la sesión regular de 60 días, que finalizó el 2 de mayo sin acuerdo.
Las Cámaras planean volver a reunirse en Tallahassee el 12 de mayo para definir el presupuesto, que rondaría los 115 mil millones de dólares.
El plan actualmente sobre la mesa contempla una rebaja del impuesto a las ventas del 6% al 5,75%, lo que implicaría un recorte de aproximadamente US$1600 millones. El paquete completo de alivios fiscales llegaría a los US$2800 millones, aunque aún no está claro qué incluiría exactamente.
La propuesta del gobernador DeSantis: cheques de US$1000 para propietarios
En contraste con el plan legislativo, DeSantis impulsó una propuesta diferente. A fines de marzo, durante una conferencia con agentes inmobiliarios en Orlando, presentó una idea para ofrecer hasta US$1000 en reembolsos a propietarios de viviendas con exención de homestead. Su intención es que el Estado Soleado cubra la parte del impuesto a la propiedad que se destina a la financiación de las escuelas públicas primarias y secundarias.
Este reembolso se financiaría con fondos estatales y permitiría que los propietarios recibieran el dinero este mismo año, lo que representaría una solución más inmediata que una reforma tributaria tradicional, la cual requeriría una enmienda constitucional y la aprobación de los votantes en 2026 para aplicarse recién en 2027.
Sin embargo, ni la Cámara baja ni el Senado incluyeron este plan en sus borradores presupuestarios. Tampoco parece que vaya a ser considerado durante las conversaciones entre ambas cámaras la semana próxima.
¿A quién beneficia realmente la rebaja del impuesto a las ventas de la Legislatura?
Uno de los principales argumentos del gobernador contra la rebaja del impuesto a las ventas es que, según él, favorecería desproporcionadamente a los turistas y no a los residentes permanentes del estado, los cuales, “no lo están pidiendo”. De acuerdo con estimaciones oficiales, citadas por Tallahassee Democrat, y que corresponden al año fiscal 2021-2022:
- Los hogares residentes aportaron el 66% de los ingresos por impuesto a las ventas.
- Los turistas, el 16%.
- Las empresas, el 18%.
Estas cifras se dieron en un contexto en el que el turismo aún se recuperaba de los efectos de la pandemia de Covid-19. Para DeSantis, una reducción de este tributo “no ayudaría de manera significativa a los residentes de Florida” y, por el contrario, sería usada como excusa por los líderes legislativos para “alegar que no hay suficiente recaudación para aprobar una rebaja al impuesto a la propiedad”.
Fuente: La Nación