El primer vuelo de retorno de migrantes que de forma irregular cruzaron la peligrosa selva del Darién partió este martes 20 de agosto de la capital de Panamá rumbo a la ciudad de Medellín, en Colombia. Los vuelos, destinados tanto a migrantes deportados como a repatriados voluntariamente, son parte de un acuerdo firmado entre Washington y el Gobierno de José Raúl Mulino, el mes pasado. Los gastos corren por cuenta de Estados Unidos.
Alrededor de 30 ciudadanos colombianos, en su mayoría jóvenes, y con antecedentes penales según aseguraron fuentes oficiales a la agencia de noticias EFE, llegaron esposados al Aeropuerto Internacional Marcos A. Gelabert, en Ciudad de Panamá, donde abordaron una aeronave que partió alrededor de las 6:00, hora local, hacia Medellín.
En una rueda de prensa, el jefe del Servicio Nacional de Migración, Roger Mojica, afirmó que los migrantes de este primer vuelo auspiciado por Washington fueron retornados a Colombia bajo la figura de la deportación.
Entre los ciudadanos se encuentra un presunto «sicario» del Clan del Golfo, que fue identificado mediante el sistema biométrico que usan las autoridades panameñas en el Darién, agregó el funcionario.
Estos vuelos que intentan frenar el paso de inmigrantes a Estados Unidos sin autorización forman parte de un acuerdo firmado entre el gobierno de Joe Biden y el del presidente panameño, José Raúl Mulino.
El jefe de Estado del país centroamericano asumió el cargo el pasado primero de julio tras prometer tomar medidas enérgicas contra la migración a través del peligroso tapón del Darién, que conecta Panamá y Colombia. Por esta región selvática cruzó el año pasado un número récord de migrantes, más de medio millón de personas, la mayoría con destino a territorio estadounidense.
En lo que va de año más de 230.000 migrantes de varias decenas de países del mundo, aunque en su gran mayoría nacionales de Venezuela, han entrado a Panamá tras atravesar esa selva, de acuerdo con los datos citados por Mojica.
Debido a que las relaciones diplomáticas de Panamá con Caracas están en suspenso por la crisis poselectoral en ese país, no está previsto retornar a los nacionales del país suramericano identificados en el flujo migratorio, afirmó el funcionario.
El convenio implica un apoyo estadounidense valorado en 6 millones de dólares, por lo que el presidente panameño sostuvo la semana pasada que los vuelos de retorno de migrantes son «sin costo alguno para Panamá».
Fuente: FP