Alix Didier Fils-Aimé asumió como el nuevo primer ministro de Haití, prometiendo enfocar todos sus esfuerzos en restablecer la seguridad y la paz en el país, que ha estado sumido en la violencia de las pandillas.
En su primer discurso, destacó que el restablecimiento de la seguridad sería su tarea más urgente para garantizar un futuro de paz y estabilidad para los haitianos. Esta promesa llega en un contexto de creciente inseguridad, donde las pandillas controlan gran parte de la capital y las principales carreteras del país, agravando la crisis humanitaria.
Fils-Aimé reemplaza a Garry Conille, quien fue destituido por el consejo presidencial de transición tras un conflicto interno con los ministerios del gobierno.
La transición de poder se da en un momento crítico para Haití, que no tiene dirigentes electos desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021. El país también enfrenta una crisis política y social en medio de la violencia de las bandas criminales que siguen sembrando el terror, con un reciente ataque armado a un avión comercial en Puerto Príncipe.
A pesar de los esfuerzos de una misión internacional para frenar las pandillas, la violencia continúa siendo incontrolable, con un informe de la ONU que reporta más de 3.600 homicidios y 1.100 secuestros entre enero y junio de 2024.
La situación obligó a cientos de miles de haitianos a abandonar sus hogares, mientras que el ataque al avión de Spirit Airlines subraya los riesgos para la seguridad en el país.
La comunidad internacional y la industria aeronáutica han condenado estos ataques, exigiendo que el gobierno haitiano tome medidas inmediatas para restaurar la seguridad.