El legendario Dikembe Mutombo, ex basquetbolista de la NBA, murió a los 58 años tras batallar en el último tiempo con un cáncer cerebral. Jugó 18 temporadas y fue una estrella aún en la era de Michael Jordan. Adam Silver, comisionado de la NBA, dio a conocer la noticia.
«Dikembe Mutombo era simplemente más grande que la vida misma. En la cancha, era uno de los mejores bloqueadores de tiros y jugadores defensivos en la historia de la NBA. Fuera de la cancha, entregaba su corazón y alma a ayudar a los demás», comenzó diciendo Silver en un posteo.
«No había nadie más calificado que Dikembe para ser el primer Embajador Global de la NBA. Era un humanitario por naturaleza. Amaba lo que el baloncesto podía hacer para tener un impacto positivo en las comunidades, especialmente en su natal República Democrática del Congo y en todo el continente africano. Tuve el privilegio de viajar por el mundo con Dikembe y ver de primera mano cómo su generosidad y compasión elevaban a la gente. Siempre estuvo disponible en los eventos de la NBA a lo largo de los años, con su sonrisa contagiosa, su voz profunda y resonante y su característico movimiento de dedos que lo hicieron querer por los fanáticos del baloncesto de todas las generaciones», continuó.
Oriundo de la República Democrática del Congo, Mutombo jugó durante 18 temporadas en la NBA. En su paso por la liga estadounidense se destacó por su capacidad como uno de los mejores defensores de la historia y por esa cualidad fue que recibió el premio de Mejor Defensor del Año en cuatro ocasiones (1995, 1997, 1998 y 2001).
Mutombo, quien medía 2,18 metros, comenzó su carrera en el baloncesto universitario antes de dar el salto a la NBA. Su debut profesional fue con los Denver Nuggets donde rápidamente se hizo notar por su imponente presencia en la cancha en sus primeros años en la liga (1991-1996). Luego de eso, jugó para los Atlanta Hawks, Philadelphia 76ers, New Jersey Nets, New York Knicks y Houston Rockets.
Durante su carrera fue seleccionado ocho veces para el All Star y se destacó por ser uno de los jugadores dominantes en la zona pintada. Su recordado gesto de “No” cuando hacía un tapón contra un rival fue uno de los movimientos más recordados de los fanáticos de la en la década del 90. Su habilidad para bloquear tiros lo convirtió en uno de los jugadores defensivos más temidos y respetados de la liga.