Beryl ingresó a tierra firme como huracán de categoría 1 en la escala Saffir-Simpson. El abandono del mar Caribe se registró en el estado de Texas, en el sur de Estados Unidos. Impactó primero en la localidad de Matagorda a las 4 de la mañana. El vendaval y las fuertes lluvias provocaron ciertos destrozos en las localidades de la costa y calles inundadas.
Horas después, más de dos millones de viviendas y oficinas quedaron sin electricidad. Antes del mediodía, el 67 % de los vuelos del Aeropuerto Internacional George Bush en Houston habían sido cancelados.
Las autoridades han informado de la muerte de dos personas, después de que varios árboles cayeran sobre sus hogares. Las víctimas mortales son un hombre residente en un suburbio de Houston y una mujer en el condado de Harris. La tormenta ha arrasado con cientos de árboles en el condado, destrozando vehículos y dañando casas.
“No hemos podido dormir en toda la noche … Nos cuesta encontrar comida, y el corte de electricidad podría hacernos perder la comida que ya tenemos”, detalló a la agencia AP Eva Costancio, residente del condado de Rosenberg.
Houston se encuentra bajo alerta por inundaciones repentinas, debido a que las lluvias no cesaron en todo el transcurso de la mañana. La alerta por inundaciones se extendió a la mayoría de la zona costera de Texas, donde Beryl provocó que fuertes olas se adentraran en los poblados.
Las autoridades han alertado que las inundaciones podrían prolongarse por varios días, debido a que la tormenta continúa sobre un suelo ya saturado de agua. “Hay que evaluar la situación un día a la vez”, indicó el teniente gobernador de Texas, Dan Patrick.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés) informó que la intensa tormenta tropical continuará su ruta a lo largo del valle del Misisipi y después sobre el valle de Ohio, entre el martes 9 de julio y el miércoles. Se espera un debilitamiento constante a medida que avance por el interior del país.