Las autoridades de Estados Unidos reportaron la muerte de 131 personas (106 de ellas del condado de Kerr) como consecuencia de las severas inundaciones y tormentas que azotaron Texas.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, informó a Reuters que “la mayoría de las víctimas se registraron en el área metropolitana de Kerrville y sus alrededores, donde la situación ha sido especialmente grave».
Además, hay 97 personas desaparecidas, lo que aumenta la preocupación sobre el alcance del desastre.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió una advertencia por inundaciones repentinas, alertando sobre fuertes lluvias que se prevén en una extensa zona del centro de Texas, desde el este del Río Grande hasta las ciudades de San Antonio y Austin.
La situación, lejos de estabilizarse, llevó a nuevas evacuaciones y a la suspensión temporal de las labores de búsqueda y rescate para centenares de personas desaparecidas, elevando la preocupación en comunidades como Kerrville y condados aledaños.
Las precipitaciones del fin de semana alcanzaron entre 16 y 25 centímetros en una amplia franja del centro texano, donde los suelos ya saturados dificultaron la absorción del agua.
Los ríos Llano, Lampasas y San Saba se desbordaron, y el río Lampasas, en particular, experimentó un aumento de nueve metros en menos de cinco horas cerca de la localidad de Kempner.
Las autoridades continúan trabajando en las labores de rescate y en la implementación de medidas preventivas para minimizar el impacto de las lluvias que aún se esperan en la región.
Fuente: SANA