– Desaceleración en EE. UU.: El temor de que la mayor economía del mundo pudiera estar en recesión se profundizó luego de que el reporte más reciente del Departamento de Trabajo, emitido la semana pasada, mostró que en el mes de julio se crearon 114.000 empleos, una de las cifras más bajas en un periodo de 43 meses de crecimiento laboral consistente. La tasa de desempleo estadounidense alcanzó su nivel más alto desde octubre de 2021, cuando se vivía un periodo de inquietud por la pandemia. Además, se ha observado que entre los hogares de menores ingresos hay más familias que no han pagado sus deudas a tiempo.
“Es como cuando juegas Super Mario Bros y consigues esa estrella y vas rapidísimo por todos lados: así era el mercado laboral en los últimos dos años”, dijo un economista de Indeed, una plataforma de bolsa de trabajo. “Pero eso se ha desgastado. El mercado de trabajo ya no es invencible”.
– Caída en Japón: Después de un año de repunte, las acciones del país se desplomaron el viernes pasado, en gran parte por la depreciación del yen. El índice Nikkei 225 cayó un 12,4 por ciento, un descenso aún mayor que el del lunes negro de 1987. La inquietud en los mercados nipones se registró luego de que el Banco de Japón decidió aumentar las tasas de interés, lo que le dio una ventaja a la moneda del país, que se recuperó de 154 yenes por dólar a 149. A largo plazo, una divisa más sólida es algo positivo para el país, pero para las empresas implica un golpe para los exportadores y las ganancias empresariales. Aquí hay un buen análisis para entender la situación de la economía japonesa previo al desplome más reciente y la decisión del banco central.
– Sector tecnológico: Las empresas de la industria tecnológica —sobre todo las de microchips y semiconductores—, estuvieron entre las más afectadas. Intel, por ejemplo, anunció recientemente que recortaría más de 15.000 empleos al tiempo que reportaba pérdidas netas y una caída en sus ganancias en el último trimestre.
– Consecuencias políticas: “Los mercados bursátiles se estrellan, las cifras de empleo son terribles y vamos directo a la Tercera Guerra Mundial”, escribió Donald Trump en sus redes sociales. El expresidente “se ha unido a un coro de negatividad que de cierta forma ha tenido éxito”, escribió nuestro colega Jim Tankersley. “Los sondeos han mostrado de manera consistente que una mayoría de estadounidenses creen que la economía está en recesión, a pesar de que las estadísticas económicas sugieren que no es así”. Lo que suceda este mes en materia económica será clave para las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos.
Fuente: The New York Times