Estos son los seis puntos destacables del primer discurso de Trump ante una sesión conjunta del Congreso en su segundo mandato.
Trump señaló un restablecimiento de las relaciones con Ucrania tras su explosiva reunión con el presidente de ese país
Un día después de que Trump suspendiera temporalmente el envío de ayuda militar estadounidense a Ucrania, este dio señales de estar dispuesto a restablecer la relación. El presidente dijo que apreciaba un mensaje del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en el que afirmaba que su país estaba “dispuesto a sentarse a la mesa de negociaciones lo antes posible para acercar más la paz duradera”.
La nueva postura se produce días después de la explosiva reunión de Trump con Zelenski en el Despacho Oval, en la que el dirigente ucraniano abandonó precipitadamente la Casa Blanca sin firmar un acuerdo para que Estados Unidos tenga acceso a los ingresos de Ucrania por minerales de tierras raras. En su mensaje, publicado el martes en redes sociales, Zelenski afirmó que estaba dispuesto a firmar el acuerdo, una de las principales prioridades de Trump.
El martes por la noche, Trump también dijo que había mantenido conversaciones “serias” con Rusia y que el país había señalado que también estaba “listo para la paz”.
“Es hora de detener esta locura”, dijo. “Es hora de detener la matanza. Es hora de poner fin a esta guerra sin sentido. Si quieres poner fin a guerras, tienes que hablar con ambas partes”.
Trump reiteró su postura a favor de los aranceles, a pesar de la agitación inicial del mercado
Trump amplió sus guerras comerciales al implementar aranceles generalizados sobre las importaciones procedentes de Canadá, México y China. A pesar de que los mercados se desplomaron en respuesta a sus acciones, Trump dijo que no cedería, descartando la reacción como “una pequeña perturbación”. Afirmó que el 2 de abril entrarían en vigor más aranceles.
“Otros países han utilizado los aranceles contra nosotros durante décadas y ahora nos toca a nosotros empezar a utilizarlos contra esos otros países”, declaró.
Más temprano, Howard Lutnick, secretario de Comercio, había dicho que Trump podría anunciar un nuevo acuerdo comercial con México y Canadá, incluso tal vez el miércoles. Sin embargo, el presidente no hizo ninguna mención al respecto en su discurso del martes por la noche.
“Los aranceles que sea que nos impongan, otros países, nosotros se los impondremos”, dijo. “Eso es recíproco, de ida y vuelta”.
Trump enfrentó la oposición constante de los demócratas a lo largo de una noche polémica
En los primeros minutos del discurso de Trump, el representante demócrata por el estado de Texas Al Green se levantó y empezó a interrumpir al presidente. Tras hacer caso omiso de las múltiples advertencias del presidente de la Cámara, Mike Johnson, este ordenó al sargento de armas que sacara a Green de la sala.
El desalojo de Green marcó el momento más polémico de una noche combativa, en la que los demócratas organizaron diversas protestas contra el presidente. Muchos legisladores demócratas levantaron pequeños letreros negros con frases como “Salven a Medicaid”, “Musk roba” y “Falso”. La representante de Míchigan Rashida Tlaib sostuvo una pizarra que decía “Empieza por pagar tus propios impuestos” mientras Trump hablaba de recortes fiscales. Varios demócratas, entre ellos los congresistas de Florida Maxwell Frost y Jasmine Crockett, de Texas, abandonaron la sala durante el discurso de Trump.
Pero mientras expresaban su desacuerdo, los demócratas demostraron que seguían luchando por encontrar un mensaje unificado de oposición a Trump.
Trump recalcó su apoyo a los esfuerzos de Elon Musk por reformar el gobierno
Musk, el hombre más rico del mundo, ha supervisado la agresiva iniciativa del gobierno de Trump para reformar el gobierno federal con recortes radicales del personal y los contratos. La rapidez y el alcance del trabajo de Musk tomaron por sorpresa a muchos en Washington, y los demócratas lo acusan de violar la autoridad del Congreso en materia de gastos y las protecciones de la función pública.
Sin embargo, Trump dejó claro el martes que apoya incondicionalmente el enfoque radical de Musk. “Está trabajando muy duro”, dijo Trump sobre Musk, quien asintió con la cabeza y sonrió en respuesta. “Él no necesitaba esto. No lo necesitaba. Muchas gracias. Lo apreciamos”.
Señalando a los demócratas, dijo: “Creo que todos aquí, incluso este bando, lo aprecia. Solo que no quieren admitirlo. Basta con escuchar algunos de los espantosos despilfarros que ya hemos identificado”.
El presidente dedicó varios minutos a enumerar una amplia gama de programas que el equipo de Musk ha recortado, jactándose de que esta iniciativa había identificado “cientos de miles de millones de dólares de fraude”. Pero hasta la iniciativa de Musk ha afirmado que solo ha generado 105.000 millones de dólares de ahorro, sin que tal afirmación se haya verificado. The New York Times descubrió que el llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por su sigla en inglés) ha cometido errores al comunicar los ahorros basados en contratos que ya habían finalizado y calcular mal las cifras.
Trump también retomó sus ataques contra los empleados federales, prometiendo “arrebatarle el poder a esta burocracia que no rinde cuentas”.
“Cualquier burócrata federal que se resista a este cambio será destituido de manera inmediata”, afirmó.
Trump dedicó poco tiempo a hablar de políticas nuevas
Los presidentes suelen utilizar los discursos ante una sesión conjunta del Congreso para presentar su agenda para el año que comienza. Pero no Trump. No reveló políticas nuevas y dedicó poco tiempo a las guerras de Ucrania y Gaza, guerras a las que Trump ha prometido poner fin.
Trump tampoco abordó otra cuestión urgente: cómo evitar la parálisis del gobierno la próxima semana. Incluso con el control republicano de la Cámara de Representantes y el Senado, en la disputa por el financiamiento sigue habiendo desacuerdos sobre la mejor manera de proceder.
El presidente reiteró que quiere que el Congreso destine más dinero al cumplimiento de las leyes de inmigración al tiempo que recorta los impuestos, pero sigue sin estar claro cómo lo conseguirán los legisladores.
Trump sigue peleando la campaña presidencial de 2024
Trump siempre necesita un oponente y, por ahora, parece que aún tiene en la mira al expresidente Joe Biden. Incluso después de ganar las elecciones en noviembre y derrotar a Kamala Harris, Trump mencionó el gobierno de su predecesor más de una decena de veces, y llamó a Biden “el peor presidente en la historia de Estados Unidos”.
Culpó a Biden de una letanía de problemas, como el elevado costo de los huevos, la delincuencia y las drogas que inundan la frontera, y lo acusó de ser débil ante China.
En algunos momentos Trump parecía estar pronunciando uno de sus discursos de campaña, arremetiendo contra la política migratoria de Biden, su apoyo a los derechos de los transexuales y la ideología woke.
“Lo woke es problemático. Lo woke es malo”, dijo Trump, sin especificar a qué se refería exactamente. “Se acabó. Se acabó”.
Fuente: New York Times