La jefa del Comando Sur estadounidense, Laura Richardson, llegó a Argentina la noche del martes, de cara a profundizar los «firmes y arraigados» vínculos entre las fuerzas armadas de ambos países, en medio de los dardos que ha lanzado Washington contra la cooperación de Buenos Aires con China.
En su tercera visita a Argentina, Richardson señaló que su Gobierno estaba comprometido a «trabajar estrechamente» con la administración de Javier Milei, para que los «esfuerzos colaborativos de seguridad» beneficien a los dos países y al hemisferio «de manera duradera y positiva».
Más al fondo de estas declaraciones oficiales, que generalmente ha expresado al arribar a otros países, algunos analistas consideran que la jefa del Comando Sur pretende poner un cortafuegos al Gobierno de Milei para que limite la influencia de otros países en Argentina y la región, especialmente Rusia y China.