El líder norcoreano, Kim Jong Un, reafirmó que el programa nuclear de Corea del Norte continuará “indefinidamente”, advirtiendo que una confrontación con países hostiles es “inevitable”. Durante una inspección a una instalación nuclear, Kim declaró que el 2025 será un año clave para reforzar las capacidades atómicas de su país.
Sus declaraciones se producen días después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresara su intención de retomar el diálogo con Pyongyang, una estrategia que ya intentó sin éxito en su primer mandato.
Las tensiones en la península coreana siguen en aumento, con Corea del Norte justificando su desarrollo nuclear como respuesta a las amenazas de Washington y Seúl.
Pyongyang probó recientemente misiles estratégicos mar-superficie, reavivando la preocupación internacional. A su vez, Trump, quien ha calificado a Kim como “un tipo inteligente”, enfrenta presiones tanto de aliados como de opositores sobre su enfoque hacia el régimen norcoreano.
Muchos temen que sus negociaciones prioricen la reducción de misiles de largo alcance sin exigir la desnuclearización completa de Corea del Norte.
El fortalecimiento militar de Corea del Norte se da en un contexto de estrecha cooperación con Rusia, lo que podría otorgar a Kim una posición más fuerte en futuras negociaciones.
Mientras tanto, en Corea del Sur persisten dudas sobre el compromiso de Trump con la seguridad regional y la continuidad de los ejercicios militares conjuntos.
A medida que se reactiva la diplomacia entre Washington y Pyongyang, el mundo observa con atención si esta nueva fase traerá avances reales o si, como en el pasado, terminará en un callejón sin salida.