El Parlamento de Israel aprobó una ley que prohíbe a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) operar en su territorio. Esta medida fue impulsada por el legislador Boaz Bismuth, quien acusó a la agencia de servir a Hamás más que a los refugiados palestinos.
La legislación también prohíbe a los funcionarios israelíes mantener lazos con la UNRWA y entrará en vigor en un plazo de 60 a 90 días, tras notificar a la ONU.
Desde la ONU, la directora de comunicaciones de la UNRWA, Juliette Touma, expresó que la prohibición podría causar un desastre humanitario en Gaza, ya que la agencia es el principal proveedor de ayuda en la región.
A pesar de la postura de Israel, el primer ministro Benjamín Netanyahu aseguró que su gobierno seguirá facilitando ayuda humanitaria en Gaza, pero sin que represente un riesgo para la seguridad de Israel.
La decisión ha generado reacciones a nivel internacional, con países como Australia, Reino Unido, Canadá, y Alemania oponiéndose a la medida. Además, el Knéset ha considerado a la UNRWA como cómplice de los recientes ataques de Hamás en Israel, alegando que la agencia brindó apoyo logístico en estas operaciones.
Esta prohibición es parte de una creciente tensión entre Israel y los organismos de la ONU en el contexto del conflicto con Hamás.