La violencia en Gaza continúa dejando un saldo devastador. Según el Ministerio de Salud del territorio, al menos 33 palestinos han perdido la vida y 137 han resultado heridos en los últimos 24 horas debido a los ataques israelíes en diferentes zonas de la Franja.
Entre las víctimas se encuentra el jefe de la unidad de cuidados intensivos del hospital Kamal Adwan, un golpe significativo para la ya precaria infraestructura sanitaria de la región.
Desde el inicio de las hostilidades el 7 de octubre de 2023, el conflicto ha causado más de 44,363 muertes y más de 105,070 heridos en Gaza, mientras Israel también ha sufrido pérdidas significativas con al menos 1,139 personas fallecidas y más de 200 cautivas.
En paralelo, el jefe de Hezbolá, Naim Qassem, ofreció su primer discurso tras el alto el fuego con Israel, declarándolo como una “victoria divina” para su organización.
Esta declaración llega en un contexto donde los ataques aéreos y bombardeos terrestres israelíes han seguido afectando tanto a Gaza como al Líbano, donde al menos 3,961 personas han muerto y más de 16,520 han resultado heridas desde que comenzó la guerra.
Las tensiones entre Israel y Hezbolá mantienen una sombra sobre el frágil alto el fuego, mientras ambos lados afirman sus logros estratégicos y operativos.
Las cifras alarmantes reflejan la escala de destrucción y sufrimiento en Gaza y el Líbano, mientras la comunidad internacional sigue advirtiendo sobre el riesgo de una escalada aún mayor.
Las demandas de justicia y ayuda humanitaria crecen, pero las hostilidades han limitado las posibilidades de una solución pacífica y estable en la región. Mientras tanto, las declaraciones de “victoria” de Hezbolá y la continua ofensiva israelí hacen que la paz parezca más distante que nunca.