La comunidad haitiana en Estados Unidos, especialmente en el sur de Florida, ha expresado su indignación ante los recientes comentarios del expresidente Donald Trump. Durante un debate, Trump afirmó que los haitianos en Ohio están “comiendo perros y gatos”, lo que ha provocado malestar entre los miembros de la comunidad.
Organizaciones haitianas y activistas han condenado estas afirmaciones, describiéndolas como peligrosas mentiras que buscan deshumanizar y demonizar a los inmigrantes haitianos y otras comunidades de color.
Voces de la Pequeña Haití en Miami, como Yolande Fertil, han manifestado su frustración por el racismo latente en los comentarios de Trump. Fertil, de 75 años, no es la única que siente enojo; otros miembros de la comunidad han señalado que estas declaraciones no solo difaman a los haitianos, sino que también alimentan el racismo y la xenofobia en el país.
Para muchos, se trata de una táctica política dirigida a manipular los votos y desviar la atención del electorado. Líderes comunitarios como Paul Christian Namphy han advertido que los comentarios de Trump tienen graves consecuencias.
El activista del Movimiento Red de Acción Familiar (FANM) señaló que estas palabras no solo son insultantes, sino que también fomentan un ambiente de hostilidad y discriminación hacia los inmigrantes.
Además, la creciente tensión en lugares como Springfield, Ohio, donde se han reportado amenazas de bomba tras la llegada de miles de haitianos, muestra el impacto peligroso de estas mentiras en la vida diaria de las comunidades afectadas.