Las intensas lluvias en Haití han causado devastadoras inundaciones y derrumbes en el departamento de Grande Anse, dejando al menos seis personas fallecidas.
La situación es crítica en Cabo Haitiano, donde varios barrios están completamente anegados, las carreteras han quedado intransitables y Morne Grand Gilles ha sido declarado inaccesible, según reporta el diario Haití Libre. Las autoridades locales trabajan para atender la emergencia, pero las condiciones climáticas han complicado los esfuerzos de rescate y asistencia.
Aunque la temporada ciclónica oficialmente concluyó el 30 de noviembre, el Centro Nacional de Huracanes (CNH) ha advertido a las naciones del Caribe, especialmente a los pequeños Estados insulares, que permanezcan vigilantes ante posibles fenómenos meteorológicos durante diciembre.
Las lluvias intensas y otras condiciones climáticas adversas podrían seguir afectando a la región, incluso sin el desarrollo de grandes sistemas tropicales, según el pronóstico de la entidad.
La emergencia en Haití pone de manifiesto la vulnerabilidad de la región caribeña ante fenómenos naturales extremos, exacerbados por la falta de infraestructura adecuada y recursos para mitigar los impactos.
Organizaciones internacionales y locales han hecho un llamado urgente para brindar ayuda humanitaria, especialmente a las comunidades más afectadas, mientras el país enfrenta otro desafío más en medio de su prolongada crisis económica y social.