El Gobierno de Haití ha anunciado la implementación de un presupuesto rectificativo destinado a abordar los graves desafíos económicos, sociales y de seguridad que enfrenta el país.
En medio de una crisis multidimensional, la prioridad del plan incluye garantizar la seguridad frente al dominio de las bandas armadas, que controlan el 80 % de la capital, así como impulsar la recuperación económica, rehabilitar infraestructuras críticas y organizar elecciones transparentes. Este presupuesto busca estabilizar la economía, atender las urgencias humanitarias y sentar las bases para una transformación sostenible.
El primer ministro Alix Didier Fils-Aimé ha liderado diálogos con actores políticos, religiosos y sociales para promover un consenso nacional frente a los retos del país. Reuniones clave con representantes de la Conferencia Episcopal y la Federación Protestante Haitiana marcaron un esfuerzo por construir unidad y sensibilizar sobre la importancia del trabajo conjunto.
Estas consultas reflejan un enfoque basado en la participación colectiva como pilar para restablecer la paz y reavivar la confianza entre los sectores de la sociedad haitiana.
Como parte de sus medidas inmediatas, el Gobierno ha declarado el estado de emergencia durante un mes para fortalecer las acciones de la Policía Nacional en la lucha contra la inseguridad.
Esta medida también responde a la crisis agrícola y alimentaria que agrava la situación en el país. En las últimas semanas, Haití ha sufrido un incremento de la violencia, incluyendo matanzas de civiles en Puerto Príncipe y sus alrededores, lo que subraya la urgencia de las acciones anunciadas.