El fiscal especial Jack Smith evalúa la posibilidad de cerrar las dos causas federales abiertas contra Donald Trump antes de que asuma nuevamente la presidencia, debido a las políticas del Departamento de Justicia que impiden enjuiciar a un presidente en funciones.
Los cargos, que incluyen conspiración para revertir los resultados de las elecciones de 2020 y retención ilegal de documentos confidenciales en Mar-a-Lago, se encuentran en una etapa incierta tras la derrota de Kamala Harris. Si se retiran, Trump podría regresar a la Casa Blanca sin enfrentar juicios federales pendientes.
La jueza Aileen Cannon, nombrada por Trump, desestimó en julio el caso de los documentos confidenciales, al declarar que el nombramiento de Smith fue ilegal, una decisión que Smith ha apelado en el Tribunal Federal del 11vo Circuito.
En paralelo, el juicio sobre la interferencia en las elecciones de 2020, programado inicialmente para marzo, ha sido pospuesto mientras Trump argumenta su inmunidad legal, apoyado en un fallo de la Corte Suprema que le otorga inmunidad a expresidentes por actos realizados en la Casa Blanca.
A medida que el Departamento de Justicia toma medidas para resolver estos casos, Trump podría buscar también desestimar su condena en Nueva York.
Además, Smith intenta presentar nuevas evidencias que argumentan que Trump actuó como candidato y no como presidente, lo que podría mantener algunas de las acusaciones vigentes. Sin embargo, se espera que la Corte Suprema tome una decisión definitiva sobre la viabilidad de procesar a un expresidente en estas circunstancias.