Maximiliano Dávila, el exjefe antidrogas del Gobierno de Evo Morales, fue extraditado este jueves a Estados Unidos, donde enfrenta cargos por presuntos vínculos con narcotraficantes.
Dávila fue arrestado en enero de 2022 y acusado de legitimación de ganancias ilícitas. Según las autoridades estadounidenses, su rol como jefe antidrogas fue utilizado para proteger a narcotraficantes y facilitar el tráfico de cocaína.
La extradición se realizó luego de la autorización del Tribunal Supremo de Justicia de Bolivia y tras un proceso que incluyó revisiones médicas, confirmando que Dávila se encontraba en buenas condiciones de salud.
Este caso ha generado controversia en Bolivia, donde el expresidente Evo Morales ha manifestado su desacuerdo con la extradición de Dávila, sugiriendo que el Gobierno de Luis Arce está ejerciendo presiones para que el exjefe antidrogas declare en su contra.
Morales defendió a Dávila, argumentando que no se ha demostrado su culpabilidad y que la DEA no ha encontrado pruebas suficientes. Además, Morales expresó su preocupación por lo que considera una persecución política contra figuras de su entorno.
Por su parte, las autoridades bolivianas defienden la extradición como una muestra de compromiso con la lucha contra el narcotráfico, destacando que no encubrirán a individuos involucrados en actividades ilegales.
Estados Unidos, que ofreció una recompensa de cinco millones de dólares por información que condujera a su captura, sigue investigando los presuntos nexos de Dávila con el narcotráfico, particularmente en relación con aeronaves utilizadas para transportar cocaína a través de países intermedios.