Lo que debía ser una fiesta terminó envuelto en tensión y violencia. La presencia de Lionel Messi en Calcuta, India, en el marco del «GOAT Tour», generó una enorme expectativa, pero la brevedad de su aparición encendió la bronca en las tribunas del Salt Lake Stadium, donde se registraron incidentes y denuncias por presunta estafa en la organización. Los fanáticos esperaban que el 10 jugara unos minutos, pero eso no ocurrió y se desató el escándalo tras su salida.
Esa diferencia entre lo prometido y lo ocurrido provocó el caos. El capitán de la Selección Argentina recorrió el estadio, saludó y luego de unos minutos se retiró. Inmediatamente después, varios espectadores, muchos de ellos con entradas que superaban los 100 dólares, arrancaron butacas, arrojaron botellas al césped e incluso invadieron la cancha, obligando a reforzar la seguridad.
Horas más tarde, llegó la respuesta oficial. La policía local detuvo al principal organizador del evento tras una denuncia formal y exigió un compromiso por escrito para devolver el dinero de los tickets vendidos, según confirmaron las autoridades de Bengala Occidental.
El jefe de la Policía estatal, Rajeev Kumar, dio detalles del trasfondo. “Hubo cierta ira o ansiedad porque no estaba jugando. El plan era que viniera, saludara, se reuniera con algunas personas y se fuera”, explicó en conferencia de prensa, al justificar el origen de los disturbios.
La crisis escaló hasta el plano político. La jefa de Gobierno regional, Mamata Banerjee, pidió disculpas públicas -en su cuenta de X-, tanto al propio Messi como a los hinchas, y anunció la creación de un comité investigador para esclarecer las responsabilidades por la mala gestión del evento.
Fuente: TyC Sports