El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, hizo un llamado urgente a los países islámicos para formar una alianza en contra de lo que considera una creciente amenaza expansionista de Israel.
En su declaración, Erdogan afirmó que en Gaza no se libra una simple guerra entre palestinos e israelíes, sino una lucha entre el sionismo expansionista y los musulmanes que defienden su tierra.
Según el mandatario, la ocupación israelí no solo afecta a Palestina, sino que también representa un peligro para otros países de la región, como Líbano y Siria.
Erdogan subrayó que la única manera de frenar el «bandidaje israelí» es mediante la unidad de los países musulmanes, adoptando una postura firme contra las acciones de Israel.
Además, denunció que Israel está cometiendo un genocidio en Gaza y Cisjordania, lo que requiere una respuesta contundente de la comunidad islámica.
Turquía, como parte de su estrategia, ha tomado medidas para fortalecer sus relaciones con otros países de la región, como Egipto y Siria, buscando construir una coalición solidaria.
El reciente acercamiento diplomático entre Turquía y Egipto, luego de años de tensiones, es un ejemplo de los esfuerzos de Erdogan para consolidar una alianza islámica contra Israel.
Erdogan también calificó la resistencia a las acciones de Israel como un «deber islámico», destacando la urgencia de que los países musulmanes actúen unidos para frenar lo que considera un «terror de Estado» por parte de Israel.