El primer ministro de Haití, Garry Conille, lanzó este sábado un ultimátum a las bandas criminales del país, instándolas a deponer las armas y someterse a la autoridad del Gobierno, según informó EFE.
Las declaraciones de Conille se producen un día después de que Jimmy «Barbecue» Chérizier, uno de los líderes criminales más notorios de Haití, sugiriera deponer las armas para iniciar un diálogo nacional con el fin de restaurar la paz en el país.
El primer ministro enfatizó que el diálogo solo será posible una vez que las pandillas abandonen las áreas bajo su control y reconozcan la autoridad del Estado. «Las bandas armadas tienen un plazo muy limitado para cumplir con estas condiciones», afirmó Conille. «El Estado recuperará el control del territorio nacional casa por casa, barrio por barrio y ciudad por ciudad».
Este ultimátum marca una postura firme del Gobierno haitiano frente a la creciente violencia y la influencia de las pandillas en el país, en un intento por restaurar el orden y la seguridad para los ciudadanos haitianos.