Una ola de frío extremo ha golpeado el centro y norte de Estados Unidos, con temperaturas que alcanzan los 51 grados Celsius bajo cero en Dakota del Norte y Montana.
El Servicio Nacional de Meteorología ha advertido sobre un “frío que amenaza la vida”, extendiendo alertas a 11 estados desde la frontera con Canadá hasta Texas.
Mientras tanto, en la costa este, las lluvias torrenciales del fin de semana causaron inundaciones devastadoras en Kentucky y los Apalaches, dejando al menos 14 muertos y miles de personas rescatadas.
El impacto del clima extremo no se limita al frío y las inundaciones. En estados como Nebraska, Michigan y Colorado, el hielo y la nieve han provocado accidentes mortales, bloqueos en carreteras y riesgos de avalanchas en las Montañas Rocosas.
En Detroit, una tubería de agua reventó debido a las bajas temperaturas, inundando barrios enteros. Mientras tanto, en Dakota del Norte, la falta de combustible para calefacción ha llevado a las autoridades a tomar medidas de emergencia para garantizar el suministro de propano y otros productos petroleros.
El frío extremo no solo afecta a las personas, sino también a los animales. En Bismarck, un refugio de animales ha intensificado sus esfuerzos para proteger a las mascotas del congelamiento, mientras que el zoológico de Dakota ha cerrado temporalmente.
Expertos advierten que la exposición prolongada al aire libre puede causar congelación en minutos, por lo que recomiendan evitar salir sin la debida protección.
Aunque se espera una ligera mejora en los próximos días, la recuperación de los daños tomará tiempo, y las autoridades instan a la población a mantenerse alerta ante nuevos eventos climáticos extremos.