El secretario del Tesoro, Scott Bessent, afirmó que Estados Unidos está satisfecho con el acuerdo arancelario vigente con China, lo que envía una señal de distensión en medio de un escenario de alta tensión económica.
Según Bessent, China representa la principal fuente de ingresos por aranceles, lo que refuerza la posición de Washington en el marco de la tregua comercial vigente hasta noviembre. Esta postura contribuye a enfriar el tono confrontativo de la administración Trump con Pekín, en un momento en que se busca allanar el terreno para una eventual cumbre entre Donald Trump y Xi Jinping.
Apertura a una posible cumbre entre Trump y Xi
Las declaraciones de Bessent se suman a los gestos políticos de la Casa Blanca que buscan suavizar el conflicto bilateral. El secretario de Estado, Marco Rubio, reconoció que una reunión entre ambos líderes es posible, aunque aún no tiene fecha confirmada.
En paralelo, Washington y Pekín acordaron limitar el aumento de aranceles y flexibilizar restricciones sobre imanes de tierras raras y tecnologías sensibles, lo que representó un alivio para las cadenas de suministro globales. De acuerdo con S&P Global Ratings, los ingresos arancelarios han servido para compensar el costo fiscal de los recortes de impuestos aplicados por Trump, permitiendo sostener la calificación crediticia del país.
Tensiones en torno a la soja y los recursos estratégicos
A pesar de los gestos de calma, sectores clave de la economía estadounidense sufren los efectos de la disputa. La Asociación Estadounidense de la Soja advirtió que los agricultores se encuentran cerca de un “precipicio comercial y financiero”, ya que China aún no ha realizado compras de la nueva cosecha que comienza en septiembre.
Por otro lado, Washington se prepara para intensificar el control sobre las importaciones de acero, cobre, litio y otros minerales estratégicos provenientes de China. Estas medidas buscan hacer cumplir la prohibición de bienes presuntamente fabricados con trabajo forzado en Xinjiang, lo que agrega un componente de tensión política a las negociaciones comerciales.
Aranceles secundarios y la sombra de Rusia
El gobierno estadounidense también evalúa su política hacia terceros países en el marco de la disputa comercial. A principios de mes, Trump duplicó los aranceles a los productos indios en represalia por la compra de petróleo ruso con descuento, una operación que según Washington contribuye a financiar la guerra en Ucrania. En contraste, la administración no ha aplicado sanciones similares a China, pese a que es el principal comprador del crudo ruso.
Bessent justificó esta diferencia al señalar que India incrementó sus importaciones después de la invasión de 2022, mientras que la situación de Pekín obedece a un vínculo energético más prolongado. La decisión refleja el delicado equilibrio que la Casa Blanca busca mantener en su relación con la segunda economía mundial.
Fuente: Escenario Mundial