Visiblemente emocionado, el presidente Luis Abinader ingresó al Teatro Nacional, ornamentado para la ocasión, donde fue recibido con un aplauso multitudinario.
En el juramento propiamente dicho, puso como testigos a Dios y el pueblo, jurando “por la patria y por mi honor, cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes de la República, y proteger y defender su independencia, respetar los derechos y las libertades de los ciudadanos y ciudadanas, y cumplir fielmente los deberes de mi cargo”.
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Ricardo de los Santos, presidente de la Asamblea Nacional, encabezó el gran acto cívico, y tomó el juramento en representación de dicha asamblea, levantando su mano frente al presidente mientras este, también con su brazo derecho en alto, pronunciaba las palabras estipuladas en el artículo 127 de nuestra Constitución.
Al terminar de pronunciar la fórmula constitucional, de los Santos expresó: “si así lo hiciere, que Dios y el pueblo le premien; de lo contrario que os se lo tomen en cuenta”. La pregunta que nos surge es si “tomar en cuenta” es lo mismo que “demandar”, expresión de tono jurídico que se utiliza formalmente en el juramento, por ejemplo, de diputados y senadores. Creemos que “demandar” emplaza un sentido mucho más estricto de control divino y del pueblo ante el incumplimiento de un juramento.
En el mismo acto de 2020, aquel caracterizado por las mascarillas, Luis Abinader no pronunció directamente el artículo 127 sino que lo fue repitiendo frase por frase que leía el presidente de la Asamblea Nacional. Curiosamente no reiteró dos palabras: “defender” y “libertades”. En 2024, tomó toda la iniciativa e incluyó estos términos fundamentales para la marcha de la nación hasta 2028.