Miles de habitantes abandonaron la ciudad de Pont-Sonde, ubicada a unos 100 kilómetros al norte de la capital de Haití, para refugiarse en la ciudad costera de Saint-Marc, según el medio Le Nouvelliste. Otros medios aseguran que hay al menos veinte muertos, pero que el número podría ascender a decenas.
La Policía Nacional declaró a Reuters que varias personas habían muerto o resultado gravemente heridas en el ataque, sin dar cifras. Más tarde indicaron que agentes de su unidad táctica antipandillas UTAG habían sido enviados a la zona.
«La Policía ha recibido instrucciones formales de restablecer el orden e impedir que todos aquellos que siembran el terror en el departamento de Artibonite causen daños», indicó el Ministerio de Justicia de Haití en un comunicado.
«Estos crímenes no quedarán impunes. Los autores y sus cómplices serán perseguidos hasta la última trinchera», dice un comunicado de ese ministerio, que reitera su determinación de tomar «todas las medidas necesarias para devolver la paz al país y para que la población pueda dedicarse a sus actividades libremente».
No se descarta que el número de víctimas aumente tras la incursión que dirigió la banda Gran Grif, con base en la población de Savien (Petite Riviere, Artibonite), y que ha obligado a la población del área afectada a huir en masa y refugiarse en la plaza pública de la ciudad de Saint-Marc.
Los heridos están recibiendo tratamiento en centros sanitarios, en especial en el hospital Saint Nicolas de Saint-Marc. Este ataque se produce pocos días después de las sanciones anunciadas por Estados Unidos y la ONU contra el líder del Gran Grif, conocido como Luckson Elan, y de la declaración pública del presidente de Abinader de desterrar a 10 mil inmigrantes ilegales por semana.
Según el último informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 700.000 personas -más de la mitad de ellas niños- son actualmente desplazados internos en Haití.
En un informe reciente, la Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití (BINUH) indicó que al menos 1.379 personas fueron víctimas de la violencia de las bandas armadas en Haití, entre muertos y heridos, durante el segundo trimestre de 2024, elevando a casi 3.900 las víctimas en el primer semestre del año.
En 2023 la violencia también causó, entre muertos y heridos, 8.000 víctimas en Haití, según cifras de la ONU.
Informe: France Press