China destaca su imagen de socio fiable durante visitas de monarcas extranjeros

El líder chino, Xi Jinping, desplegó la alfombra roja para el primer monarca tailandés que visita China desde que se establecieron relaciones diplomáticas hace 50 años, aprovechando la ocasión para presentar a su nación como un vecino benevolente y un socio económico fiable.

La llegada del rey de Tailandia, Maha Vajiralongkorn, y la reina Suthida, así como la visita a principios de esta semana del rey Felipe VI de España y la reina Letizia, han sido retratadas por los medios chinos como el resultado de una coexistencia amistosa y como una señal para otras naciones de que China es digna de confianza, marcando un claro contraste con la inquietud económica provocada por el presidente estadounidense Donald Trump y sus pronunciados aumentos arancelarios este año.

Los lazos bilaterales han evolucionado significativamente desde que Tailandia, firmemente alineada con Estados Unidos contra el comunismo durante la Guerra Fría, veía a China como una amenaza. Vajiralongkorn viajó a China una vez en 1987 como príncipe heredero, enviado por su padre, quien nunca visitó el país a pesar de las invitaciones de Pekín.

Desde la década de 1980, la relación entre ambos países se ha fortalecido, cimentada por profundos vínculos comerciales y de inversión. China es una de las principales fuentes de visitantes para el vital sector turístico tailandés y un inversor clave en industrias como la automotriz. El año pasado, Tailandia compró bienes a China por un valor de 80.000 millones de dólares.

Según la agencia oficial china Xinhua, Xi expresó a Vajiralongkorn durante una reunión que China está lista para fortalecer la coordinación estratégica y ampliar la cooperación en grandes proyectos, incluido un ferrocarril que conectará ambos países.

Xi también abordó el tema comercial, especialmente en lo referente al aumento de las exportaciones agrícolas tailandesas hacia China.

En un editorial, Xinhua destacó los intercambios comerciales e históricos con Tailandia de hace miles de años como base sobre la cual deberían construirse los futuros lazos bilaterales.

«Antes de la entrada a gran escala de los colonizadores occidentales, la mayor parte del comercio exterior de Tailandia se destinaba a China», indicó Xinhua el jueves, enumerando arroz tailandés, especias y mineral de estaño intercambiados por porcelana china, seda, té y artículos de hierro.

Pocos años antes de establecerse las relaciones diplomáticas, Tailandia también envió jugadores de tenis de mesa para un campeonato en China y Pekín proporcionó petróleo crudo en 1974 para ayudar a Bangkok a superar dificultades económicas, según Xinhua.

«La visita le brinda a China la oportunidad no solo de reafirmar su cercanía con el Reino (de Tailandia), sino también de señalar su relevancia regional continua en un momento en que la influencia estadounidense está visiblemente en retroceso», señaló Juliette Loesch, investigadora del Inalco con sede en París.

«Se produce apenas dos semanas después de la breve parada de Donald Trump en la Cumbre de la ASEAN, donde el único resultado visible de su visita fue su papel en la supervisión de la firma de la efímera declaración de paz entre Tailandia y Camboya. En contraste, China anunció la profundización de su acuerdo de libre comercio con la ASEAN.»

Seguridad económica mutua

Las presiones comerciales de Occidente también están impulsando la búsqueda de China de lazos económicos más estrechos con sus vecinos, mientras el mayor fabricante del mundo busca nuevos mercados para productos que tiene dificultades para vender.

Esta semana, la Unión Europea acordó imponer derechos de aduana a los paquetes de bajo valor a partir del próximo año, una medida contra los productos baratos del comercio electrónico chino que probablemente impacte a minoristas online chinos como Shein y Temu.

Sin embargo, los vecinos de economía más pequeña de China tienen menos margen para ser selectivos con el mayor socio comercial de su región.

Al igual que otros países del sudeste asiático, Tailandia observa con preocupación las intenciones de Pekín, pero reconoce la realidad del creciente poder chino, según el profesor Steve Tsang, director del Instituto China SOAS en Londres.

«Con Trump haciendo que EE. UU. ya no sea un aliado confiable, es aún más importante que Tailandia se relacione eficazmente con China», afirmó.

No obstante, «Pekín no ha tranquilizado a la mayoría de los países del sudeste asiático, incluida Tailandia, de que no tienen nada de qué preocuparse ante el auge de China».

Fuente: Market Screener

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