La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) revisó al alza su proyección de crecimiento para la región en 2025, situándola en 2.4 %, dos décimas más que la estimación anterior publicada en abril. Según el organismo, este ajuste responde a un entorno internacional menos adverso y a la recuperación gradual de algunos de los principales socios comerciales de la región.
“El impulso externo al crecimiento se ha desacelerado y la región sigue creciendo a un ritmo bajo”, advirtió la Cepal en su informe, publicado desde su sede en Santiago de Chile.
Aun así, destacó que el contexto global es más favorable de lo esperado hace seis meses, gracias a la estabilización de los precios de materias primas y a una mejora parcial en el comercio internacional. Para 2026, la proyección se mantiene en 2,3 %, reflejando un crecimiento estable pero insuficiente para resolver los desafíos estructurales de productividad y desigualdad que enfrenta América Latina.
Venezuela, Paraguay y Argentina lideran el crecimiento regional
Entre los países con mejores perspectivas, Venezuela encabeza el ranking con un crecimiento estimado del 6 %, impulsado por una leve recuperación del sector energético y mayor estabilidad en su balanza comercial. Le siguen Paraguay (4.5 %) y Argentina (4.3 %), que muestran señales de recuperación tras años de volatilidad económica.
En el grupo de economías con expansión sólida se ubican Panamá (4.1 %), Costa Rica (3.8 %), Guatemala (3.7 %), República Dominicana (3.4 %) y Honduras (3.3 %), todas beneficiadas por el dinamismo de sectores como el turismo, las remesas y la inversión extranjera directa.
Por otro lado, países como México (0.6 %), Bolivia (1 %) y varias islas del Caribe sin el impulso petrolero de Guyana (1.9 %) muestran un crecimiento limitado. En contraste, Cuba (-1.5 %) y Haití (-2.3 %) serán las únicas economías con contracción durante 2025, debido a sus persistentes crisis internas y restricciones financieras.
Desafío estructural: productividad y transformación económica
Pese a la leve mejora en las previsiones, la Cepal advierte que América Latina continúa atrapada en una “trampa de bajo crecimiento”, con un promedio del 1.6 % del PIB entre 2017 y 2026, una de las cifras más bajas de las últimas décadas. La región también mantiene su condición como la más desigual del mundo, lo que limita el potencial de desarrollo sostenible.
El organismo propone una transformación productiva acelerada que impulse la innovación, la diversificación de exportaciones y la creación de empleos de calidad.
Solo con una economía más dinámica, verde e inclusiva podremos sostener el crecimiento en el largo plazo”, subraya el informe.
Asimismo, recomienda fortalecer la inversión en tecnología, educación y transición energética, áreas clave para mejorar la productividad y reducir la vulnerabilidad frente a shocks externos como la volatilidad de los precios de materias primas o las tensiones comerciales globales.
Una recuperación moderada pero con oportunidades
El análisis de la Cepal llega en un contexto en que Estados Unidos y China, principales socios de la región, muestran signos de estabilidad tras varios años de incertidumbre comercial. Esto ha permitido a los países latinoamericanos proyectar un escenario económico menos volátil, aunque todavía frágil.
Si las estimaciones se concretan, 2025 marcará el tercer año consecutivo de crecimiento moderado para la región, que cerró 2023 y 2024 con una expansión del 2.3 %. Sin embargo, los expertos coinciden en que la recuperación solo será sostenible si se implementan reformas estructurales que fortalezcan la competitividad, la productividad y la inclusión social.
Fuente: Mercado