Haití enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes, agravada por la violencia deshumanizadora que azota al país, según Yvel Germain, director de Cáritas Haití.
En una “llamada de emergencia” realizada en Madrid, Germain describió cómo las bandas armadas controlan amplias zonas del territorio, obligando a casi un millón de personas, en su mayoría mujeres y niños, a abandonar sus hogares.
A pesar de la magnitud de las violaciones de derechos humanos, la comunidad internacional y los medios de comunicación han desviado su atención de Haití, dejando a organizaciones como Cáritas a enfrentarse a una crisis sin apoyo suficiente.
Germain destacó que Puerto Príncipe, la capital, se ha convertido en “una ciudad de muertos vivientes”, donde la violencia sexual, los desplazamientos forzados y el reclutamiento de menores son una realidad diaria.
Cáritas Haití enfrenta grandes desafíos para brindar ayuda, incluyendo el envío de suministros por barco debido a los bloqueos controlados por bandas armadas.
Además, la educación ha sufrido un colapso, con numerosas escuelas cerradas y miles de niños viviendo en las calles sin acceso a comida ni oportunidades educativas.
Germain apeló a la comunidad internacional para apoyar proyectos de formación basados en los derechos humanos y crear condiciones que permitan elecciones libres en el país.
La crisis también se ve agravada por las expulsiones masivas de haitianos desde República Dominicana y los desplazamientos forzados causados por el cambio climático.
Cáritas Haití trabaja para ofrecer soluciones a las personas desplazadas mientras denuncia la falta de acción global ante una emergencia humanitaria que exige medidas urgentes.
Germain, quien ha presenciado varias tragedias en su país, calificó esta situación como la peor de su vida y llamó a la solidaridad internacional para cubrir las necesidades básicas de una población que lucha por sobrevivir.