Las detenciones de migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México han alcanzado su nivel más bajo en años, reflejando una disminución del 76 % en noviembre de 2024 en comparación con el mismo mes del año anterior.
Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), las políticas de restricción al asilo implementadas por el presidente Joe Biden desde junio han tenido un impacto significativo, reduciendo tanto los cruces ilegales como el tiempo de procesamiento de expulsiones.
En noviembre, solo se registraron 46,610 detenciones entre los puertos de entrada, una cifra que marca una baja sostenida en los últimos meses.
Las medidas ejecutivas también han acelerado los procedimientos de expulsión y disminuido las liberaciones de migrantes para esperar audiencias judiciales, con una reducción del 70 %. Además, el gobierno de Biden ha reforzado la cooperación con México y los países centroamericanos, logrando un impacto significativo en el control migratorio.
Durante el año fiscal 2024, Estados Unidos repatrió a más de 700,000 migrantes, la cifra más alta desde 2010, un récord que el presidente electo, Donald Trump, ha prometido superar cuando asuma el cargo en 2025.
De mantenerse esta tendencia, Biden entregará a Trump una frontera con cifras similares a las registradas al final de su mandato en 2020. Este logro contrasta con los debates sobre inmigración en los últimos años, y marca un punto de inflexión en la política migratoria estadounidense.
Las cifras actuales podrían influir en la próxima administración, que ha prometido un enfoque aún más rígido en la seguridad fronteriza y las deportaciones.