El Día del Síndrome de Down se conmemora cada 21 de marzo, con la finalidad de concientizar sobre esta alteración genética y alcanzar una mayor inclusión y convivencia en diferentes ámbitos.
Fue en 2011 cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas designó este día. La fecha fue elegida en referencia a la trisomía 21, el nombre formal del síndrome (que causa tres copias del cromosoma 21). Se determinó que el mes de marzo representa los 3 cromosomas y el día 21, por ser el par 21.
Cabe resaltar que el Síndrome de Down es una alteración genética o cromosomopatía, que consiste en la producción de un cromosoma extra. Estos se alojan en las células del cuerpo y cumplen un rol fundamental al determinar el desarrollo del bebé en el útero y al nacer. Cuando el cromosoma 21 se encuentra duplicado, deriva a diferentes complicaciones de salud y una discapacidad intelectual, la cual puede variar según cada paciente.
Conforme a la ONU, 1 de cada 1000 niños y 1 de cada 1100 recién nacidos son personas con Síndrome de Down. Algunos de los problemas de salud que pueden padecer son:
- Patologías cardíacas congénitas, que en muchos casos requieren de una cirugía durante los primeros años de vida.
- Problemas de vista o audición.
- Alineación incorrecta en la columna vertebral o inestabilidad atlantoaxial.
- Apnea obstructiva del sueño.
- Leucemia.
- Trastornos inmunitarios.
- Demencia o Alzheimer a partir de los 50 años de edad.
- Defectos gastrointestinales, alteraciones digestivas, en el esófago o tráquea.
- Enfermedades endocrinas.
- Convulsiones.
En tanto, para mejorar la calidad de vida de las personas con Síndrome de Down, es necesario alcanzar un trabajo médico de diagnóstico y control temprano. Esto ayudará a prevenir complicaciones de salud y contribuir con un mejor desarrollo físico y mental. La fisioterapia, la estimulación temprana y la educación especial inclusiva son dos herramientas fundamentales para satisfacer las necesidades y promover la inclusión de estos pacientes.