El sector privado de Estados Unidos creó 99,000 empleos, una cifra mucho menor de lo esperado por los analistas, quienes pronosticaban 140,000 nuevos puestos.
Además, los datos de julio fueron revisados a la baja, pasando de 122,000 a 111,000 empleos. Este descenso es interpretado como una señal de debilidad en el mercado laboral, después de varios años de crecimiento robusto.
Según la economista jefe de ADP, Nela Richardson, el debilitamiento del mercado laboral se debe a una desaceleración en las contrataciones luego de dos años de fuerte expansión.
Esta tendencia está generando incertidumbre en el ámbito económico, justo antes de que se publiquen las cifras oficiales de empleo para agosto, que se esperan ligeramente a la baja, con una tasa de desempleo proyectada en 4.2%.
La Reserva Federal (Fed) está siguiendo de cerca la evolución del mercado laboral, ya que su política monetaria podría verse afectada.
La próxima reunión de la Fed, programada para mediados de septiembre, será clave para evaluar si comienzan un ciclo de recortes en las tasas de interés, lo que dependerá en parte de la salud del mercado laboral.