El papa Francisco llegó a Indonesia, nación mayormente musulmana, en el comienzo de una gira por cuatro países de la zona del Pacífico de Asia, la más larga y lejana del papado del argentino de 87 años.
El jefe de los 1.300 millones de católicos del mundo aterrizó en Yakarta para una visita de tres días dedicada a los lazos interreligiosos. Después viajará a Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur.
El sumo pontífice tenía previsto pasar un día de descanso en Yakarta, tras el largo vuelo desde Roma, y reunirse con el presidente Joko Widodo en la primera gran cita de su visita al país de mayoría musulmana más poblado del mundo. Sin embargo, ha recibido visitas en la Nunciatura, como, por caso, un grupo de niños huérfanos, refugiados, personas sin hogar y ancianos atendidos por instituciones de la Iglesia Católica.
Los católicos representan actualmente menos del tres por ciento de la población de Indonesia, unos ocho millones de personas, frente al 87 por ciento, o 242 millones, de musulmanes. Sin embargo, son una de las seis religiones o confesiones oficialmente reconocidas en esta nación laica, entre las que se encuentran el protestantismo, el budismo, el hinduismo y el confucionismo.
Se espera su presencia en la mezquita Istiqlal, la mayor del sudeste asiático y símbolo de la coexistencia religiosa. Luego celebrará misa y pronunciará un sermón en el Estadio Nacional de Fútbol de Indonesia, con capacidad para 80.000 espectadores.
En la mezquita, el papa Francisco firmará una declaración conjunta con su gran imán que se centrará en la “deshumanización”, en particular la propagación de la violencia y los conflictos, así como la degradación del medio ambiente, según la conferencia episcopal indonesia.