El Gobierno de Venezuela ha denunciado como «piratería» la confiscación del avión presidencial de Nicolás Maduro por parte de Estados Unidos.
La aeronave, que fue incautada en la República Dominicana, fue trasladada a Florida bajo el argumento de violar las sanciones impuestas contra Venezuela.
Caracas ha acusado a Washington de actuar de manera ilegal y unilateral, utilizando su poder para intimidar a otros países y violar el derecho internacional.
Venezuela advirtió que esta acción forma parte de una serie de agresiones contra el país y su gobierno, electo recientemente.
El comunicado también señala que el gobierno de Maduro no se dejará presionar y defenderá su soberanía, reservándose el derecho de tomar acciones legales para reparar los daños.
Este incidente no es aislado, ya que sigue a la incautación de un avión de carga venezolano en Argentina en 2022, que también fue entregado a EE.UU. recientemente, lo que Venezuela calificó como «robo descarado».
Ambos casos se enmarcan en las tensiones entre Caracas y Washington por las sanciones y políticas coercitivas estadounidenses.