La disputa corporativa más relevante del año en la industria del entretenimiento acaba de escalar. Paramount Skydance lanzó una opa hostil por Warner Bros. Discovery (WBD) valorada en 108,000 millones de dólares, un movimiento que busca adelantarse a la reciente oferta de Netflix, aprobada por los consejos de administración de ambas compañías. La propuesta de Paramount, presentada directamente a los accionistas, incluye un pago de 30 dólares por acción, íntegramente en efectivo, una señal de fuerza financiera y estratégica.
Este gesto inusual de dirigirse al accionariado sin pasar por el gobierno corporativo de WBD revela la intensidad de la competencia por uno de los conglomerados de contenido más influyentes del mundo. Entre los activos que entrarían en la operación se encuentran Warner Bros. Studios, el servicio de streaming HBO Max y canales de cable emblemáticos como CNN.
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Una oferta que supera en 18,000 millones la propuesta de Netflix
La contraoferta de Paramount no solo es más agresiva, sino también más cuantiosa. Según la propia compañía, su propuesta entrega 18,000 millones de dólares adicionales respecto al valor ofrecido por Netflix, cuyo acuerdo asciende a 83,000 millones de dólares y contempla únicamente una parte del conglomerado.
En un comunicado difundido este lunes, la empresa liderada por David Ellison acusó al Consejo de Administración de WBD de respaldar la operación con Netflix basándose en “una valoración prospectiva ilusoria” de sus unidades de Redes Globales, lo cual (según detalla Paramount) no refleja los fundamentos reales del negocio ni considera el elevado apalancamiento financiero que arrastra la compañía.
Paramount sostiene que la oferta aprobada por el consejo conduciría a “un complicado proceso de aprobación regulatoria”, mientras que su propuesta, al comprar la totalidad de la empresa, configuraría una salida más clara y atractiva para los accionistas.
El impacto en la industria: el futuro de los estudios y el streaming en juego
La adquisición de WBD por parte de Paramount implicaría una de las mayores reorganizaciones de la historia reciente del entretenimiento. La integración del legendario Warner Bros. Studios con el catálogo y capacidades tecnológicas de Paramount crearía un macroestudio con enorme peso en la producción cinematográfica global.
Además, la incorporación de HBO Max consolidaría una plataforma con una oferta competitiva frente a gigantes como Disney Plus, Amazon Prime Video y la propia Netflix. En contraste, la alianza entre Netflix y WBD (tal como fue presentada la semana pasada) excluye los canales de cable, un elemento que Paramount sí contempla dentro de su propuesta.
La operación también encendería el debate sobre la concentración de poder en Hollywood y la forma en que este tipo de fusiones afectan a creadores, distribuidores y consumidores. En su comunicado, David Ellison afirmó que la transacción “creará un Hollywood más fuerte” y beneficiará a “la comunidad creativa, los consumidores y la industria cinematográfica”. El mensaje subraya la intención de posicionar esta opa no solo como un movimiento financiero, sino como un proyecto de impacto cultural y estratégico.
Sin embargo, analistas del sector advierten que una integración de esta magnitud supone retos operativos significativos, especialmente en la consolidación de equipos, marcas, infraestructuras y plataformas tecnológicas. También anticipan que los reguladores podrían examinar cuidadosamente el posible impacto sobre la competencia, en un momento en el que el mercado del streaming experimenta una desaceleración y una fuerte presión por rentabilidad.
Una batalla abierta por el control del futuro audiovisual
Con Paramount y Netflix compitiendo directamente por WBD, el desenlace de esta pugna marcará un antes y un después en el modelo de negocios del entretenimiento. Lo que está en juego no es solo la propiedad de un estudio histórico, sino la definición del equilibrio de poder en una industria que atraviesa transformaciones profundas, impulsadas por el streaming, los cambios de consumo y la presión por contenidos de alto valor.
Por ahora, la pelota está del lado de los accionistas de Warner Bros. Discovery, quienes deberán evaluar no solo el monto de cada oferta, sino también su viabilidad, su impacto a largo plazo y la visión estratégica que mejor garantice la estabilidad futura de la compañía.
La guerra corporativa apenas comienza y promete reconfigurar Hollywood como no se veía desde las grandes fusiones de principios de siglo.
Fuente: Mercado