Es un mes atravesado por la sorpresa para Disney World, que volvió a quedar bajo la lupa tras una nueva muerte dentro del parque, algo inesperado para un lugar que vende descanso y fantasía. Pero mientras Disney sigue con su rutina de sonrisas y fuegos artificiales, la racha obliga a preguntar qué tan claro tenemos lo que pasa puertas adentro.
El último caso se dio el 8 de noviembre en el Saratoga Springs Resort & Spa, donde una persona fue hallada sin vida según confirmó la Oficina del Médico Forense del Condado de Orange. No se dieron detalles sobre la identidad ni la causa de la muerte, y la empresa Disney tampoco hizo ninguna declaración.
Con este, ya es el quinto de una serie incidentes que empezaron el 14 de octubre, cuando la visitadora de 31 años Summer Equitz, abiertamente fanática de los parques, se suicidó en el Contemporary Resort después de desaparecer de su casa en Illinois, según informó la policía y algunos medios como TMZ.
Apenas 9 días después, un hombre de unos 60 años murió de un problema médico en el Fort Wilderness Resort & Campground, y el 23 de octubre, Matthew Alec Cohn, de 28 años, se quitó la vida en el mismo hotel que Equitz. Luego ocurrió la muerte de una mujer de unos 40 años en Pop Century Resort el 2 de noviembre, antes del último caso en Saratoga Springs.
Como era de esperar, las alarmas saltaron por todos y se hizo inevitable buscar una relación. Lo que se tiene claro es que no tiene nada que ver con la seguridad de los juegos de los parques, como aseguró el experto en parques temáticos Dennis Spiegel. «La transparencia está al más alto nivel en Disney. Es mucho más seguro subirse a Space Mountain o cualquier atracción de Disneyland durante un mes entero que manejar un día por la autopista 405», aseguró.
Por su parte, el blog Disney Dining apunta que «una combinación de seguimiento en tiempo real de emergencias, fanáticos hiperconectados y visibilidad online ha traído atención a incidentes que antes podrían haber pasado desapercibidos». Debido a la viralización de cada episodio, la percepción pública se hizo mucho más intensa que en años anteriores, cuando las muertes similares capaz que ni trascendían.
La matemática de Disney World dice una cosa, la gente siente otra
Disney World recibe más de 58 millones de visitantes al año y cuenta con 36 resorts conectados a los parques (según datos de la propia marca). Tomando esas cifras como referencia, 5 muertes en menos de un mes son estadísticamente mínimas, pero igualmente generan un impacto muy importante. La variedad de las causas (suicidios, episodios de salud repentinos y fallecimientos no relacionados entre sí) muestra que no hay un patrón de negligencia directa, pero sí dicen mucho de los factores invisibles que un parque diseñado para la fantasía no puede controlar, como la presión emocional y la salud de los visitantes.
Y es que la idea de Disney como burbuja de alegría absoluta no protege de los problemas reales de la vida, y en algunos casos la espectacularidad del lugar puede incluso amplificar las emociones y las tensiones preexistentes. Mientras la empresa de Mickey Mouse y las autoridades guardan silencio, los medios especializados y las comunidades online están analizando cada muerte. La magia, en este caso, se enfrenta a la cruda realidad de la mortalidad humana, y ese contraste es lo que más resuena en quienes siguen de cerca estos incidentes.
Fuente: Urgente 24