Un informe del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) ha puesto de manifiesto que las compañías navieras globales mantienen un elevado volumen de pedidos de buques mercantes a los astilleros chinos. Esta tendencia persiste a pesar de la imposición de nuevas tarifas portuarias por parte de Estados Unidos, diseñadas para mitigar la hegemonía marítima de China.
Según el análisis del CSIS, fundamentado en datos de S&P Global, los astilleros chinos capturaron el 53% del total de pedidos mundiales de embarcaciones por tonelaje entre enero y agosto de 2025. Este porcentaje se equipara a los niveles registrados durante todo el año 2023, período previo a la investigación marítima de la Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), que sentó las bases para la implementación de los aranceles.
Brian Hart, investigador del Proyecto de Poder de China en el CSIS y autor del informe, señaló que las compañías navieras en gran medida siguen operando como de costumbre. Además, complementó que «hasta ahora, no parece que estas políticas vayan a lograr un cambio significativo lejos de China.»
La cuota de China en los pedidos globales de buques aumentó al 73% en 2024, lo que sugiere que los propietarios de embarcaciones buscaron asegurar contratos antes de la posible entrada en vigor de las restricciones de la USTR.
A partir del 14 de octubre, las embarcaciones construidas en China o aquellas operadas por entidades chinas deberán abonar una tarifa en su primer puerto de escala en Estados Unidos. Este sobrecosto, que podría superar el millón de dólares para un buque con capacidad superior a 10.000 contenedores, está programado para incrementarse anualmente hasta 2028, según proyecciones de analistas.
Las tarifas portuarias para los buques vinculados a China se inscriben en una estrategia más amplia de Estados Unidos para revitalizar su industria de construcción naval y contrarrestar el creciente poderío marítimo y comercial del país asiático. Sin embargo, equipararse con los astilleros chinos, que gozan de respaldo estatal, representa un desafío considerable. El año pasado, los astilleros estadounidenses construyeron menos de diez buques comerciales, en contraste con los más de 1.000 producidos por China, según fuentes militares e industriales.
En las últimas dos décadas, China se ha posicionado como líder mundial en este sector, con sus principales astilleros gestionando tanto proyectos comerciales como militares. Por su parte, el plan de la Marina de Estados Unidos para el año fiscal 2025 reconoce el casi total colapso de la construcción naval comercial y hace un llamado a la revitalización a largo plazo de esta industria para fortalecer el área naval militar.
El informe del CSIS destaca que la Mediterranean Shipping Company (MSC), el mayor operador de portacontenedores, ha ordenado la construcción de 12 buques de este tipo en China desde que la USTR anunció las tarifas portuarias en abril. MSC, con sede en Suiza, al igual que sus competidores Hapag-Lloyd, Maersk y CMA CGM, ha redirigido los buques vinculados a China de las rutas comerciales hacia Estados Unidos para evitar los nuevos aranceles. Analistas de HSBC estiman que Cosco Shipping de China es la empresa más expuesta, con tarifas portuarias que podrían ascender a 1.500 millones de dólares en 2026.
Fuente: DataPortuaria