El gobernador de Florida, Ron DeSantis, confirmó este viernes el inicio de vuelos de deportación de migrantes desde el nuevo centro de detención Alligator Alcatraz, ubicado en una pista aérea abandonada en medio de los Everglades, al oeste de Miami.
La instalación fue habilitada a principios de julio y ya ha enviado “cientos de personas” de regreso a sus países, según declaraciones del mandatario.
“Me complace reportar que los vuelos desde Alligator Alcatraz han comenzado y el ritmo está aumentando”, anunció DeSantis durante una conferencia en el sitio.
Agregó que la medida forma parte de un plan para reforzar las políticas migratorias del presidente Donald Trump, quien visitó el centro a principios de mes y aprobó el despliegue de jueces migratorios militares para acelerar los procesos de deportación.
El centro, bajo supervisión de la División de Manejo de Emergencias de Florida, cuenta actualmente con capacidad para 2,000 personas detenidas, y prevé duplicar ese número en las próximas semanas, según explicó Kevin Guthrie, director de la FDEM.
Aunque no se detallaron las nacionalidades ni el número exacto de deportados, DeSantis destacó que el uso del aeródromo facilita operaciones aéreas continuas. “Este aeropuerto permite vuelos comerciales tanto de día como de noche. Se trata de procesar y expulsar a quienes están ilegalmente en Florida y en Estados Unidos”, indicó.
Críticas por condiciones inhumanas
La puesta en marcha de este centro migratorio ha desatado críticas de organizaciones civiles y funcionarios locales. La alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, envió este viernes una carta oficial al FDEM para exigir acceso al sitio y poder inspeccionar sus condiciones tras denuncias de tratos degradantes.
Agentes de policía vigilan la entrada de Alligator Alcatraz | Foto: Cristóbal Herrera / EFE
Grupos de derechos humanos y familiares de personas detenidas han calificado la instalación como un “campo de concentración” y una “jaula para perros”, luego de documentar al menos seis hospitalizaciones entre los primeros mil reclusos, desde la inauguración del lugar el pasado 3 de julio.
A pesar de las denuncias, DeSantis defendió el operativo como un modelo de eficiencia migratoria.
Aseguró que Florida bloqueó el ingreso de 18,000 migrantes por mar y promueve la colaboración total entre los condados del estado y las autoridades federales de inmigración.
“Nuestro estado lidera la implementación de las políticas migratorias de sentido común. Florida no será un refugio para la inmigración ilegal”, concluyó el gobernador.
Fuente: El Diario NY