Latino cruzó 3,000 indocumentados a Estados Unidos: cobraba miles de dólares a cada uno

Un hondureño fue sentenciado a 10 años de prisión en Estados Unidos por liderar una red internacional de tráfico de migrantes que operó durante más de tres años. Ayudó a cruzar de forma irregular a unas 3,000 personas desde países como Afganistán, Yemen, Egipto, India, Pakistán y Colombia, entre otros.

El responsable es Enil Edil Mejía Zúniga, de 34 años, también conocido como Chino.

Según el Departamento de Seguridad Nacional, Mejía organizó una operación altamente lucrativa desde San Antonio, Texas, en coordinación con coyotes armados y operadores de casas de seguridad en México.

Ganó miles de dólares traficando migrantes
Cada migrante pagaba entre $6,500 dólares y $12,000 dólares para ingresar a Estados Unidos, y él llegaba a ganar hasta $30,000 por cada grupo de 10 personas que lograban llegar a San Antonio.

Las autoridades federales informaron que el hondureño trabajaba junto a un contrabandista paquistaní con sede en Brasil, quien organizaba la ruta desde Sudamérica hasta la frontera sur de Estados Unidos, específicamente por Eagle Pass, Texas.

Varios migrantes eran retenidos en casas de seguridad en Monterrey y Piedras Negras antes de cruzar el Río Grande.

Durante la investigación —que duró años y formó parte de la Operación Marea Roja— se obtuvieron pruebas como transferencias bancarias, documentos de identidad, libros de contabilidad, fotos de armas de fuego y testimonios de migrantes.

Además de Mejía, otros miembros de la red ya fueron procesados. Un coacusado recibió una sentencia de cinco años de cárcel y otros tres esperan sentencia o extradición desde México.

“Sus acciones pusieron en riesgo nuestra seguridad nacional. Sin embargo, gracias a nuestros numerosos aliados en las fuerzas del orden federales, a Mejía ya no se le permitirá enriquecerse en detrimento de este país”, declaró Matthew Galeotti, jefe de la División Penal del Departamento de Justicia.

El ICE y el Departamento de Justicia recalcaron que esta condena representa un mensaje claro contra quienes lucran con el tráfico humano, comprometiendo la seguridad fronteriza de Estados Unidos y la vida de miles de personas.

Fuente: El Diario NY

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