La seguridad es un factor determinante a la hora de elegir un destino para vivir o visitar. A menudo, América Latina es percibida como una de las regiones más peligrosas del mundo, pero esta narrativa generalizada no refleja la complejidad y diversidad de la región.
Un análisis detallado del Índice de Paz Global (GPI) 2024, publicado por el Institute for Economics & Peace (IEP), revela que la realidad es más matizada de lo que se cree, con países que destacan por su estabilidad y otros que enfrentan desafíos significativos.
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El Índice de Paz Global: Una radiografía de la región
El GPI evalúa el nivel de paz en 163 estados y territorios, cubriendo el 99,7 % de la población mundial. Este índice no solo mide la ausencia de violencia, sino también la capacidad de las sociedades para mantener un estado de paz. En 2024, América Latina presentó un panorama mixto, con avances y retrocesos en diferentes naciones.
Argentina lidera la región como el país más pacífico, ocupando el puesto 47 a nivel global. El país mejoró su posición en dos lugares gracias a una reducción en la tasa de homicidios y un menor impacto del terrorismo. Sin embargo, la percepción de inseguridad entre sus ciudadanos aumentó, lo que sugiere que aún hay desafíos por abordar.
Le sigue Uruguay, en el puesto 52, que mantiene su reputación como uno de los países más seguros de la región. No obstante, Costa Rica, tradicionalmente considerado un oasis de paz, experimentó un deterioro significativo, cayendo cinco puestos hasta el lugar 58. Este retroceso se debe a un aumento en la violencia relacionada con el narcotráfico, que resultó en 880 homicidios en 2024, el segundo año más violento en su historia.
Chile, por su parte, enfrenta una crisis de seguridad que lo llevó a descender 10 puestos, ubicándose en el lugar 64. El aumento del crimen organizado y el uso de armas de fuego son los principales factores detrás de este declive. Bolivia y Paraguay también registraron caídas, situándose en los puestos 68 y 73, respectivamente.
En el otro extremo del espectro, países como Venezuela (142), Haití (143) y Colombia (146) ocupan los últimos lugares de la región, reflejando graves problemas de violencia y conflictos internos.
República Dominicana ocupa el puesto 97 en el GPI 2024, lo que lo sitúa en una posición intermedia dentro de la región. Aunque ha mejorado su puntuación respecto al año anterior, pasando del puesto 102 al 97, aún enfrenta desafíos significativos en materia de seguridad. Con una puntuación de 2,157, el país muestra avances, pero sigue siendo considerado un destino con riesgos moderados.
El Salvador ha experimentado una notable mejora en seguridad gracias a medidas drásticas contra las pandillas. Aunque aún enfrenta desafíos, es un destino emergente con impresionantes bellezas naturales como el volcán Santa Ana y la playa El Tunco.
Los indicadores que definen la paz
El GPI se basa en 23 indicadores que abarcan desde el impacto del terrorismo y los delitos violentos hasta la inestabilidad política y el gasto militar. También incluye factores como la financiación de las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU y las relaciones internacionales. Cuanto más baja sea la puntuación de un país, más seguro se considera.
Estos indicadores se dividen en dos grandes categorías:
Paz interna (60 % del valor total): Aquí se evalúan aspectos como la tasa de homicidios, la criminalidad percibida, el nivel de conflictos internos y la inestabilidad política.
Paz externa (40 % del valor total): En esta categoría se analizan el gasto militar, las importaciones de armas, las relaciones con países vecinos y la participación en conflictos internacionales.
¿Qué nos revela el GPI?
Los resultados del GPI muestran una correlación clara: los países con mayores niveles de ingresos, educación y transparencia tienden a ser más pacíficos. Además, las naciones pequeñas, democráticas y estables suelen obtener mejores puntuaciones. Esto no es casualidad: la estabilidad política, la justicia social y el desarrollo económico son pilares fundamentales para construir sociedades seguras.
Fuente: Mercado