Las recientes declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han generado controversia al afirmar que Rusia tiene la ventaja en cualquier negociación para poner fin a la guerra en Ucrania.
En una entrevista con la BBC, Trump argumentó que Moscú ha tomado un vasto territorio y, por ello, posee “las cartas” en el proceso de paz. Además, aseguró que los rusos desean el fin del conflicto y expresó su confianza en que actuarán en consecuencia.
En un mensaje en su plataforma Truth Social, Trump arremetió contra el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, llamándolo “dictador” por no haber convocado elecciones tras el fin de su mandato en mayo de 2024.
También advirtió que, si no actúa con rapidez, Ucrania corre el riesgo de “quedarse sin país”. Estas declaraciones han generado reacciones internacionales, con líderes como el primer ministro británico, Keir Starmer, saliendo en defensa de Zelenski, destacando su legitimidad como gobernante elegido democráticamente.
Desde Downing Street, Starmer justificó la decisión de Zelenski de suspender las elecciones debido a la guerra, comparando la situación con la del Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial.
Mientras tanto, el Kremlin ha señalado una supuesta caída en la popularidad de Zelenski, lo que añade más tensión al debate internacional sobre el futuro de Ucrania y las dinámicas de poder en la guerra.