Este año que se está yendo nos sorprendió con varias caídas de puentes: el Key Bridge en Baltimore, Estados Unidos, tras chocar un barco contra su estructura; el puente Carola en Dresden, Alemania; el puente sobre el río Rojo en Vietnam; y, en los últimos días, el puente sobre el río Tocantins en Brasil.
Después de ver tantas desgracias es hora de recordar un puente mítico para los americanos con un nombre tan vinculado al mejor básquet del mundo, el Golden Gate. ¿Pero cómo se construyó semejante obra de ingeniería hace casi 100 años?
El puente Golden Gate, ubicado en San Francisco, California, fue inaugurado el 27 de mayo de 1937 y construido para conectar la ciudad de San Francisco con el condado de Marin. Su creación estuvo motivada por la necesidad de mejorar la movilidad en la región, que antes dependía exclusivamente de transbordadores para el transporte entre ambos puntos. El proyecto, concebido por el ingeniero jefe Joseph Strauss, enfrentó varios desafíos técnicos, financieros y políticos, pero se convirtió en una obra maestra de ingeniería y diseño.
En un principio, la idea de construir un puente sobre el estrecho fue recibida con escepticismo. Los vientos fuertes, la niebla constante y las peligrosas corrientes marinas hicieron que la construcción fuera extremadamente difícil. Además, la oposición de empresarios locales, como el propietario del ferry que se benefició del transporte en la zona, intentó bloquear el proyecto. Strauss propuso inicialmente un diseño simple en voladizo, pero con la colaboración de ingenieros como Leon Moisseiff y arquitectos como Irving Morrow, el plan evolucionó hasta convertirse en un elegante y funcional puente suspendido.
La construcción comenzó en enero de 1933, en medio de la Gran Depresión, ofreciendo trabajo a miles de trabajadores en un momento de extrema dificultad económica. El trabajo era peligroso: los trabajadores se enfrentaban a riesgos diarios debido a las condiciones adversas en el estrecho. Para aumentar la seguridad, se instaló una red de protección debajo de la estructura, que salvó 19 vidas, formando el famoso «Halfway to Hell Club». Aun así, once personas perdieron la vida durante la construcción.
Cuando se completó, el Golden Gate fue el puente colgante más largo del mundo, con una longitud total de 2,737 metros y una separación entre pilares principal de 1,280 metros. Sus torres, a 227 metros de altura, eran las más altas jamás construidas en ese momento. El color «naranja internacional» fue elegido para la pintura, asegurando una mayor visibilidad en la niebla y un aspecto único y sorprendente que se convertiría en su firma. El costo total del proyecto fue de aproximadamente 35 millones de dólares, financiados principalmente con títulos municipales apoyados por la población local.
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